Yo lo sabía muy bien, sabría que hoy te volveria a ver. Cuando iba camino a encontrarme contigo, me preguntaba ¿qué podría sentir un tipo como yo que iba a encontrarse con el amor de su vida?, a reunirse con la mujer con la que compartí tantas mañanas, tardes, noches y madrugadas, esa persona con la cual sentí la más grandiosa alegría y de la misma forma la más profunda de las tristezas; la mujer con la que compartí la mesa, la cama y el espacio entero ¿que iba a sentir?, a pensar después de un par de meses de no cruzar ni una sola palabra. Y al virar en la esquina, dí unos cuantos pasos, te ví, con esa expresión típica de ti entre hastío y duda.
Te observé bien a lo lejos, tu aspecto era diferente, lucías más delgada, vestías una ropa que yo no te conocía o no la recordaba; al acercarme tus ojos se dirigieron hacia mi y nuestras miradas se cruzaron como quien contempla a una hoja cayendo armoniosa, desplomándose lentamente del árbol.
La platica fue fluída en cada momento de la tarde/noche que compartimos, lo que más satisfecho me deja este encuentro es que pude decirte gran parte de lo que sentí y siento por ti. Aún me duele bastante saber que sigues con él. No sé ni quien es, ni que hace, ni como se llama y realmente no quiero saberlo.
Lo único trascendente es que nuestra relación volvió a ser tan genuina, tan honesta en todo momento y en las horas que compartimos juntos, honramos eso que nació un primer día de marzo hace tres años. Echaba tanto de menos lo que hicimos este día, no me quiero apresurar diciendote que has vuelto a tocar las fibras más intensas de mi ser y eso me ilusiona; como tu bien sabes que nadie ha logrado hacerlo. Quiero perdonarte todo y volver a sentir tus manos sobre mi piel, tus labios rozando los mios, tus manos estrechando las mias, quiero estar a tu lado de nuevo. Yo no podía creer que no dejarás de mirarme, como tampoco pude creer que en dos ocasiones de las tres que yo te ví, tu también lo hayas hecho. Me pareció asombroso.
Tal vez todo esto que estoy manifestando sea apresurado, sin embargo es lo que siento y lo que siento es innegable, es natural, es auténtico. Tampoco puedo negar que no tengo miedo a volver a sentir algo por ti, de hecho, tu ya sabes que lo siento; se resume en: un profundo respeto, una interminable admiración y un legítimo cariño.
Me contaste que saliste con ella, y me di cuenta finalmente que he madurado, tu también lo notaste. Quiero ser mejor, quiero seguir creciendo, quiero seguir viéndote, quiero seguir vivo y sentir lo hermoso que me brinda la vida. Lo digo desde el fondo de mi corazón.
El corazón que ha vuelto a latir con más fuerza que antes, ahora inunda con sus latidos el silencio incompleto de la noche. La noche no es nada, la noche es tristeza, es principio y fin de la oscuridad, es más .... ¿a quién le importa? yo solo quiero que sea Viernes YA!.
Comentarios