
Directores: Andrew Stanton/ Lee Unkrich (co-director)
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Reparto (voces): Albert Brooks, Ellen DeGeneres, Alexander Gould, Willem Dafoe, Brad Garrett, Allison Janney, Austin Pendleton, Stephen Root, Vicki Lewis, Joe Ranft, Geoffrey Rush, Andrew Stanton, Elizabeth Perkins, Nicholas Bird, Bob Peterson, entre otros.
" El pequeño Nemo, un pequeño pececillo hijo único, muy querido y protegido por su padre, ha sido sacado de la gran barrera del arrecife australiano y ahora vive en una pequeña pecera en el consultorio de un dentista de Sidney. El tímido padre de Nemo se embarcará en una peligrosa aventura con Dory al rescate de su hijo. Pero Nemo y sus nuevos amigos tienen también un astuto plan para escapar de la pecera y volver al mar."
El elemento fundamental que hace de las películas de Pixar prodigios mejores que la mayoría de las cintas que se estrenan, es el hecho de expresar en pantalla los valores de los seres humanos en personajes tan insólitos y sin alma aparente, como un grupo de juguetes soñadores que anhelan la libertad, un grupo de insectos de circo que se revelan ante los que abusan de ellos, unos entrañables monstruos que se encariñan de la niña a la que tienen que asustar, y en este caso un cordial pez payaso que pierde a su hijo.
Si en las mencionadas obras de esta verdadera fábrica de sueños el valor humano que se plasmaba en pantalla era la amistad, en esta delicia de cinta el valor imperante es la relación padre-hijo- Así, la emotiva historia pone en escena la pérdida que sufre Marlin, un pez payaso sin gracia, de su único retoño Nemo, huérfano de madre ya que un feroz pez la mató a ella y a sus cientos de posibles hermanos que aún estaban en sus huevos.
El dramatismo del inicio es sorprendente, sobre todo si tomamos en cuenta que no deja de ser un proyecto de Disney, puesto que transmite una sensación estremecedora la muerte de la madre de Nemo y la soledad del padre con el único hijo que le ha quedado. Sin embargo, lo que le sigue a esa magnífica introducción es aún mejor. Lo resumiré en unas cuantas palabras: hora y media de imaginación visual, ingenio y talento.
Un guión excelente, dinámico, muy divertido y al mismo tiempo conmovedor provoca que cada diálogo, secuencia o simplemente un silencio deje con la boca abierta al espectador, que está apreciando una de las realizaciones más simpáticas que ha entregado el cine de animación.
Los desilusionados pero amables peces de la pecera del incompetente dentista a la que va a parar Nemo, unos amables tiburones que intentar dejar en reuniones su adicción a devorar a otros animales marinos más pequeños y a la sangre, la cómica Dory con su pérdida de memoria a corto plazo acompañando al padre de Nemo en su desesperada búsqueda y un sinfín de criaturas más, son los más ingeniosos personajes caricaturescos que se han podido ver en una cinta.
Uno de los factores más importantes para que la película fascine es el océano plasmado en pantalla con sus millones de peces circulando, trabajando y huyendo de los más grandes lo que de manera inmediata la convierte en un total portento de imaginación técnica, elemento final para poner el broche de oro a una creación que raya la perfección y que además es sensible (no sensiblera) por lo cual pasará a la historia.
De lo mejor que nos puede conceder el género y la cinematografía en general.
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