
Director: Richard Attenborough
Duración: 188 minutos
País: Reino Unido/India
Reparto: Ben Kingsley, Candice Bergen, Edward Fox, John Gielgud, Trevor Howard, John Mills, Martin Sheen, Ian Charleson, Athol Fugard, Günther Maria Halmer, Saeed Jaffrey, Geraldine James, Alyque Padamsee, Amrish Puri, Roshan Seth, entre otros.
" Narra la vida de Mohandas Karamchand Gandhi, desde sus inicios como abogado en Sudáfrica hasta convertirse en el famoso líder en la India. Tras defender los derechos de los ciudadanos de origen no europeo en Sudáfrica, decide que los hindúes se han convertido en ciudadanos de segunda clase en su propia tierra y consigue hacer sublevarse al pueblo hindú del régimen del Imperio Británico mediante la doctrina de la no-violencia."
Es imposible no hacer referencias a la vida y obra de Mohandas Gandhi en una película de corte biográfico, pero hacerlo en forma completa e idónea demandaría páginas y páginas de escritos; y para eso hay muchos libros de historia que lo realizan a la perfección.
Siendo muy conciso y yendo a lo exclusivamente relevante yo diría que la cinta nos enseña como espectadores cómo la fuerza de voluntad de un hombre pudo vencer al odio y las diferencias entre los pueblos.
Los objetivos principales de su lucha eran la independencia y la paz de su país. Sus herramientas la no violencia y el ayuno. Su soporte eran una caña de bambú que le servía como bastón y su inquebrantable espíritu. Sus enemigos eran las armas y el odio.
Una obra llena de diálogos que conmueven porque sirven como una perfecta lección sobre como vivir realmente como hermanos. Cito con mis propias palabras sólo algunas de esas frases que me han impactado profundamente: "Podrán golpearme y tener mi cadáver, pero no mi obediencia", "Les quitaremos la colaboración pacíficamente para que se den cuenta que son amos de lo ajeno", "Si siguiéramos la ley del ojo por ojo, todo el mundo estaría ciego".
Un filme de época, brillante en su factura técnica y en la recreación de paisajes, con un Ben Kingsley soberbio en la interpretación de ese pequeño hombre que supo mostrarle al mundo entero que la paz era el camino para evitar la locura humana. Por este simple hecho, la película tiene una esencia rebosante de ideales, que me deja optimista sobre el triunfo del espíritu y la racionalidad sobre los odios y las ambiciones más encarnizadas.
En toda la historia de la humanidad siempre que se elige a un líder para gobernar, éste jura servirle a dios, a su patria o a sus coterráneos; por lo que el liderazgo de verdad no es la adquisición de poder sino que su centro es el servicio a quienes lidera.
Gandhi no fue un político, ni un rey pero la manera en como se entregó sirviendo a los demás perdurará por siempre en la historia.
Ya sé que sonará a lugar común, sin embargo me parece que uno puede intentar ser mejor persona tras ver esta película, es decir, este recordatorio de que se pueden conseguir muchas cosas sin violencia. Jóvenes michoacanos, extremistas en general, ¿Por qué no ven esta película?
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