
Director: Tim Burton
Duración: 126 minutos
País: Estados Unidos/Reino Unido
Reparto: Michael Keaton, Danny DeVito, Michelle Pfeiffer, Christopher Walken, Michael Gough, Michael Murphy, Cristi Conaway, Andrew Bryniarski, Pat Hingle, Vincent Schiavelli, Steve Witting, Jan Hooks, John Strong, Rick Zumwalt, Anna Katarina, entre otros.
" Ciudad Gótica se enfrenta a dos nuevos y peculiares criminales: el diabólico y siniestro Pingüino, una criatura solitaria y extrañamente deformada, y la hermosa y seductora, aunque letalmente peligrosa, Catwoman. Batman se deberá enfrentar al Pingüino y Gatubela, que quieren convertirse en los amos de la ciudad."
Creo que esta segunda parte realizada por Burton en mucho supera a la primera, aunque por supuesto puede parecerle menos atractiva a la gente que prefiere los juguetes y la publicidad, antes que el buen cine. Es una clase de episodio, en el que no se cuenta el origen del personaje, ni el momento de su aparición en la ciudad.
En esta película es donde queda completamente claro que Batman es el superhéroe más oscuro e increíble de todos los que se hayan creado. En esta entrega, el Caballero Oscuro habita en un momento de Ciudad Gótica donde el reinado del mal creado por el Joker se ha terminado y ahora se ve amenazada por un siniestro personaje mitad hombre mitad animal llamado Pingüino. A todo ello se le une una de las mejores villanas que ha existido en el mundo del cine y del comic, no solo por su estética, sino también por su confusa e intrigante psicología, Catwoman.
Al día de hoy es evidente que Batman Returns en mi opinión fue un ejercicio muy personal de estilo burtoniano, extraordinariamente sutil e inteligente, visualmente apasionante y con uno de los guiones más flojos que haya visto o que pueda recordar en mi historia de cinéfilo. Eso si, su debilidad no es por los personajes que están magistralmente perfilados y con unos diálogos geniales y llenos de ironía que mejoran con un segundo visionado; sino más bien por lo absurdo de algunas secuencias.
Mi escena favorita es aquella que se da en el baile de disfraces. Ahí tanto Batman como Catwoman aparecen sin máscaras. En realidad, ambos van más disfrazados que nadie, Batman va en su personaje de Bruce Wayne y Catwoman de Selina, esto significa que su verdadera personalidad es la máscara de sus trajes, no la piel de sus caras. De vez en cuando se disfrazan de personas comunes y corrientes para poder descansar.
En fin, no es solo una de las obras más fascinantes del maestro, es una de mis favoritas por los recuerdos que guardo de ella. Volví a la infancia y eso no fue muy agradable, lo cual no deja de ser una completa paradoja.
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