Director: Richard Curtis
Duración: 135 minutos
País: Reino Unido/Estados Unidos/Francia
Elenco: Bill Nighy, Gregor Fisher, Rory MacGregor, Colin Firth, Sienna Guillory, Liam Neeson, Emma Thompson, Lulu Popplewell, Kris Marshall, Heike Makatsch, Martin Freeman, Joanna Page, Chiwetel Ejiofor, Andrew Lincoln, Keira Knightley, entre otros.
" Sigue las vidas de ocho parejas muy diferentes entre sí, y las experiencias que tienen en sus vidas respecto al amor, todo ello en varios relatos vagamente interrelacionados situados durante un frenético mes antes de que llegue la Navidad en Londres."
Mi pregunta es ¿por qué? ¿por qué tendemos a criticar este tipo de películas? A mi me queda claro que el cine no sólo es razonar, interpretar y asombrar, no. El cine afecta principalmente a las emociones y por eso cuando estás en un momento de tristeza puedes observar una cinta como esta y reírte un rato, que me sigue quedando claro y me parece perfectamente normal que las películas puedan influir en tu estado de animo. No hay que olvidar que en muchas ocasiones el cine también es evasión, y en ese caso es importante que te divierta durante ese periodo de tiempo que has utilizado y que jamás volverás a recuperar.
Antes que cualquier otra cosa, es recomendable señalar que a quien escribe no le agrada un alto porcentaje de comedias románticas. Con riesgo de caer en el mismo argumento de siempre de sus detractores diría que sus historias siempre caen en los lugares comunes y están repletas de frases manidas, previsibles en su desarrollo y desenlace y comúnmente con actores bastante mediocres en sus papeles. Raras son las excepciones (últimamente más abundantes), pero el caso es que desde el primer visionado esta cinta me convenció y me agradó bastante.
Tenía dudas sobre esta película, pero finalmente la he visto y me ha gustado. Puedo comprender que no guste, pero me parece algo exagerado la manera en como algunos se deleitan hablando mal de ella, pero supongo que todos tenemos nuestras manías. A casi todos nos gustan las rebanadas de pastel, pero sólo a los más dulceros les gustan con mucho azúcar.
Obviamente, si no te gustan los productos empalagosos y pastelosos es un punto en contra de la película, porque no cuenta otra cosa, pero lo hace de manera adecuada y por eso me gusta.
No hay necesidad de engañarse. Esta película es una obra que ofrece precisamente lo que su título indica: diversas historias de amor bien compaginadas, aunque unas con más fortuna que otras. Lo mejor de todo, es la manera en como se desarrollan algunos de los relatos y personajes, y de la misma manera en el aspecto negativo también se pueden hallar cuestiones realmente lamentables, por eso se puede manifestar que hay de todo en esta cinta.
Tiene buenos momentos cómicos, como los del rockero de avanzada edad o el niño especialmente, y las historias de amor cubren bastante espacios, siempre que estos permitan la comicidad. Hay muchas situaciones inverosímiles e incluso bastante absurdas (sobre todo hacia el final) pero bueno, me han parecido en su mayor parte admisibles o que, por su función, estaban mejor realizadas así que de forma verosímil.
Por encima de todo, si habría que destacar algo, serían precisamente dos secuencias a la vez cumplidoras y conmovedoras: la primera de ellas es aquella que une al personaje de la Knightley con una cinta de vídeo y aquella de la carrera por el aeropuerto de un niño enamorado.
Es que no hay nada mejor que comprender la inocencia que transpira un mocoso en dicha etapa o las situaciones verdaderamente comprometidas y, en ocasiones vergonzosas que podemos llegar a realizar por amor. Sin duda, me quedo con esos dos momentos, por complicidad, ternura y pericia del director al trasladarlas a la pantalla.
La película se estructura a través de ocho historias, cuya única conexión son las relaciones de parentesco o amistad que mantienen los diferentes personajes, que nos muestran diferentes formas del amor y el cariño. Principalmente, y como es lógico, trata sobre el amor romántico (aquel de las parejas enamoradas), aunque también hay cabida para una especie de amor paterno-filial a cargo de la historia de Liam Neeson y su hijastro Sam.
Cada historia no supera una duración máxima de quince minutos, algunas están mas desarrolladas que otras, y esto podría haber supuesto un arma de doble filo: por un lado, una mala estructura y una escasa profundización en los personajes, cosa que no ocurre; y por otro, el esbozo de personajes que, precisamente por el hecho de no haber sido desarrollados más de lo suficiente, son extremadamente simpáticos (o antipáticos, según el momento que esté ocurriendo y la historia narrada) y evita, por consecuencia, el gran fallo de muchas cintas del género: el reciclaje de clichés y fórmulas demasiado trilladas y previsibles.
Yo personalmente la recomiendo, pero si no se soporta nada que se salga de lo racional y lógico, o si no se soporta ver una película que sólo muestra lo "bueno" del amor, lo más fácil es que automáticamente se pase al grupo de los que la odian. De todas formas sólo pretende ser una comedia romántica agradable y bien hecha.
Y claro, también cuenta con muy buenas escenas, que tienen su gracia ya que narran lo excepcional, pero si lo que a mi me gusta por extraordinario e inusual, a otros les disgusta por absurdo y preparado, lo que se tiene que hacer es decidir si se puede permitir verlo de la primera forma antes de intentarlo, porque si no, puede adelantar que no funcionará.
Cabe concluir que esta obra es una película que no constituye, ni mucho menos, el mejor enfoque posible del romanticismo, pero creo que tampoco tiene esa pretensión. Simplemente se conforma (y lo consigue) con cumplir su misión; ser un bombón acaramelado que puede producir indigestión en su abuso, pero que consumido con moderación puede dejar un buen sabor de boca.
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