Director: Hany Abu-Assad
Duración: 90 minutos
País: Palestina / Francia / Alemania / Holanda / Israel
Elenco: Lubna Azabal, Hamza Abu-Aiaash, Kais Nashif, Lutuf Nouasser, Ali Suliman, Mohammad Bustami, Ahmad Fares, Waleed On-Allah, Asaad Dwikat, Imad Saber, Mohammad Kosa, Amer Hlehel, Hiam Abbass, Nour Abd El-Hadi, Amjad Al-Imlah, entre otros.
" Dos amigos de la infancia son reclutados para llevar a cabo un atentado suicida en Tel Aviv."
Esta película le coloca un verídico rostro humano al conflicto israelí-palestino, en particular en el campo de los atentados suicidas. Sin embargo, en ella no hay nada que no se encuentre disponible para todos aquellos que estén informados acerca del problema, ni que se hayan documentado sobre ello por alguna fuente que no fuese el cine por sí mismo. De tal manera que, se esperaría que todos aquellos que cuenten con tal bagaje de datos tan confiable, puedan darle vida a sus conocimientos o a los hechos que dominan, y no necesiten este filme como soporte para su imaginación.
En la superficie, podría asegurarse que esta es una simple historia sobre una clase en particular de individuos y de eventos muy específicos. Pero en realidad, hablando en términos generales es un relato universal, una historia humana, cuidadosamente organizada para ilustrar y explicar diversas formas de pensamiento acerca de lo que implica un atentado suicida, o lo que significa el acto de la inmolación. E incluso empleando a la propia historia como soporte, de vez en cuando la trama se estira un poco para darle a un personaje un poco más de tiempo para que describa algún tema en concreto. Dicho de otra manera, como espectadores recibimos una breve lección de filosofía, disfrazada con gozo como si de una crónica se tratara.
Se ilustran y discuten algunos temas sobre lo que simboliza un atentado y las consecuencias que este acarrea (tanto positivos como negativos), a saber: las situaciones desesperadas requieren de medidas desesperadas, realizar un acto de tal magnitud es con el único propósito de nivelar el campo de juego cuando se enfrenta a un oponente mucho más fuerte, también es la única forma de vengarse después de haber sido humillado por el adversario, suele proporcionar una absolución compensatoria si un familiar colabora en la tarea, o inclinarse hacia la violencia no nos convierte en mejores seres que el oponente, o la violencia nunca se justifica, o el desmedido nivel de respuesta ante el uso de la violencia no es tolerable, la religión lo pide y lo recompensa, le proporciona una peculiar estabilidad económica a la familia que continua viviendo, o los empleos bien pagados son tan escasos que no hay nada más que hacer, o hay que darle un cierre fugaz a la vida en lugar de soportar décadas de ambigüedad; por supuesto no hay que permitir que los palestinos voten en Israel porque esto sería un suicidio para el estado judío y finalmente una solución que contenga a ambos estados sería un convenio injusto para los palestinos.
Me parece necesario recalcar que es un filme en donde hay mucha tensión, amenazas de explosiones, e incluso el sonido de una de ellas. No obstante, al final no vemos ni un solo estallido, ni algo cercano a una carnicería en pantalla. Se trata de una obra cuyos elementos principales son el terror psicológico y el filosófico; no entraría jamás en la categoría de Thriller o cinta de acción.
Ahora bien, podría asegurar sin temor a equivocarme que la trama es en su mayor parte bastante realista, aunque posea un par de tropezones que le restan autenticidad. Esto es, en alguna parte, aparentemente se requería hacer uso de un par de excepciones para generar que la trama fluyera con mayor facilidad y para ayudar en gran medida a la historia en su conjunto. La primera es que la fisura que existe en la valla de seguridad, esta muy simplificada por decir lo menos. En segundo, diría que tales personajes tan reflexivos, tan introspectivos, articulados, dubitativos y conflictivos nunca serían elegidos como terroristas en primer lugar y mucho menos como suicidas a los que encargar importantes misiones.
Habría que decir también que, por lo percibido en pantalla, existe una enorme brecha entre los dos mundos, lo cual se vuelve más visible gracias a las imágenes de fondo. Por un lado advertimos a mucha gente caminando, una gran cantidad de polvo, caminos de terracería, grafiti, edificios antiguos y hacinamiento. En ese lugar nadie tiene un trabajo legitimo y menos uno bien pagado, e incluso los mejores autos circulando parecen más bien chatarras que deben tirarse a la menor provocación. Y en cuanto a los eslóganes pintados con aerosol en cortinas metálicas son particularmente discordantes con todo el ambiente (aunque es evidente que no sabemos lo que expresan). En el otro costado, observamos a personas obesas, despreocupadas que viajan en autobuses limpios que se mueven por carreteras pavimentadas, con paradas de transporte sin escrituras no autorizadas, con margenes bien delimitados cubiertos de césped detrás de pequeñas bardas y flamantes rascacielos.
Además, la presentación que realiza el filme de los preparativos de la misión mártir va mucho más allá de lo que hemos contemplado antes en cualquier creación del género. Por el contrario, no revela nada inusitado. Todo lo que nos entrega, bien podría ser fácilmente conocido por cualquier extranjero. Con esto quiero decir que la peculiaridad de tener la ocasión de mirarlo en esta película, bien podría ser más un comentario negativo sobre la escasez que brindan otras producciones en dicha área temática que un halago sobre la audacia de Paradise Now.
Estuve curioseando un poco en su trailer y me pareció un poco engañoso, en parte por ser más optimista que el filme en su conjunto. Además, el corto parece prometer algún tipo de revelación o solución, que en esta oportunidad no parece ser el caso. Incluir un ligero toque de perspectiva humana en el punto de vista palestino sobre el enfrentamiento que mantienen con Israel, es algo que ya debía de estar sucediendo en el momento de la historia en el que fue lanzada esta obra. Si la historia de esta cinta parecía novedosa en aquel instante, la comprensión de la circunstancia de tan interminable disputa está tan lejos de la realidad, que es casi imperdonable.
En último lugar me gustaría ahondar en una inapreciable curiosidad. La historia avanza como debe de ser, y ni en la primera toma ni en la última, se suele poner atención a la historia de Said, la cual a menudo se pasa por alto. Al principio, a Said se le niega ser fotografiado simplemente porque no sonríe. Al final, Suha la mujer que está enamorada de ese hombre, contempla fijamente un retrato de un sonriente Said. Luego de dicha escena podría especularse que el fotógrafo finalmente ganó y convenció a Said para que fuese retratado como el quería después de todo. El significado simbólico de todo ello parecería ser que hubo de alegría de vivir incluso bajo toda aquella desesperación que lo gobernaba.
En suma, esta es la única obra del cine sobre este tema de los atentados y el arte de sacrificarse. Es una de ellas que vale la pena examinar también. Sin embargo, en un mundo ideal solo es una más de las muchas creaciones al respecto de dicho contenido. Y en ese mundo, este filme ni siquiera podría considerarse como el mejor de ellos.
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