Dirección: Marcel Ophüls
Duración: 267 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Klaus Barbie, Claude Lanzmann, Marcel Ophüls, Johannes Schneider-Merck, Raymond Lévy, Marcel Cruat, Henri Varlot, Pierre Mérindol, Johann Otten, Peter Minn, Claude Bourdet, Eugene Kolb, Lise Lesèvre, Lucie Aubrac, Raymond Aubrac, Simone Lagrange, Daniel Cordier, Frédéric Dugoujon, entre otros.
" Documental de extendida duración que trata de la vida, la carrera y el juicio del oficial nazi de las SS Klaus Barbie, conocido como el Carnicero de Lyon. Se tratan prácticamente todos los aspectos de su vida. Su infancia y escolarización en Alemania; sus primeros años de carrera militar, su papel al frente de la inteligencia en Lyon, su empleo de posguerra en el ejército estadounidense, su vida en Bolivia, su regreso a Europa, y su posterior juicio y condena. Además, se entrevista a amigos, enemigos, socios, héroes y traidores."
Siempre me ha fascinado la historia como tema y no puedo entender por qué tan poca gente muestra interés por ella. Y tampoco me hago ilusiones, el largo documental del director franco-alemán Marcel Ophüls sobre la vida y los años de Klaus Barbie, un jefe de policía alemán brutalmente eficiente en la Francia ocupada en la Segunda Guerra Mundial, con escasas probabilidades convertirá a alguien en un ávido amante de la historia. Pero creo que es un testimonio colectivo que sobrevivirá al presente y que podría utilizarse en las clases de esa asignatura en varios países del mundo. Hoy y mañana, estoy convencido.
El director, que a lo largo de la película aparece como entrevistador, es un hombre enfadado. Actuaba en consecuencia y sabia lo que quería de los rostros que encontraba durante el rodaje de este Hotel Terminus. Y tenia un talento casi insólito para obtener de los entrevistados aquello que requería. Pero todo el asunto se siente bastante real y estoy seguro de que este filme es un documental franco y apasionado. Su principal objetivo es transmitir información sobre los hechos y desde luego sobre la naturaleza humana. Es decir, con esas características nadie podría utilizarlo para ningún tipo de adoctrinamiento.
Básicamente, la película es una biografía de Barbie, desde sus inicios en la Alemania de provincias hasta su juicio ocurrido a finales de los ochenta en Lyon. Para ello, el señor Ophüls visita, en apariencia en un lapso de tiempo muy breve, los lugares alrededor del planeta donde habitó Barbie: desde la citada Alemania, pasando por Francia, hasta llegar a Bolivia y en un cierre Perú. Algunos tienen que decir algunas cosas sobre el personaje y lo que hizo, otros no tienen o solo no quieren hacerlo. De tal forma que un amplio abanico de declaraciones y la falta de ellas se entreteje de forma ingeniosa en un lienzo que muestra lo preocupada o indiferente que puede estar la humanidad en su conjunto por los acontecimientos del pasado, por muy terribles que estos sean. En este tejido se insertan de manera muy hábil algunas tomas de paisajes, breves secuencias de otros documentales o material histórico y extractos de melodías folclóricas o populares de tintes locales que dan a las declaraciones un peso emocional adicional.
La película se centra en dos incidentes concretos. Esto quizá constituya un punto débil de la creación del indignado Ophüls porque la atención se aleja de Barbie. Por una parte, indaga en la detención y desaparición del legendario líder de la resistencia francesa Jean Moulin y en el secuestro de los cuarenta y cuatro niños judíos escondidos en la villa de Izieu, niños judíos que encontraron refugio en un internado aislado y fueron entregados a las fuerzas de ocupación alemanas. La cuestión en esos episodios históricos es que Barbie, como responsable de los dos hechos, tuvo que contar con ayuda de colaboradores franceses. Durante mucho tiempo se sospecho que las autoridades no estaban muy dispuestas a llevar a Barbie a juicio, ya que tenia conocimientos internos que podrían empañar la historia oficial durante la Segunda Guerra Mundial. No en vano, los dos citados capítulos dan la sensación de estar hechos en especifico para un publico francés, en especial en el intrincado asunto de Moulin, que resulta difícil de seguir para un forastero como yo.
Concluyendo, el desenlace que resulta más sorprendente de Hotel Terminus es que muestra la brutal frivolidad del terror ocasionado en un régimen totalitario. Barbie, quien en términos muy elementales se desempeñaba como un funcionario público con una vena sádica que ejecutaba las ordenes que le habian dado, no llega a cobrar vida como un personaje por completo. De alguna manera, se desvanece de manera gradual en un segundo plano. No es el villano principal de esta historia, sino que se utiliza como ejemplo de uno de los muchos esbirros despiadados de una dictadura. El mensaje del documental es, a mi entender, que sólo la complicidad o la indiferencia de la mayoría de la gente, hizo posible la carrera de un sujeto como Barbie y las atrocidades de las que fue capaz.
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