Monterrey registra los niveles más altos de lectura, le sigue el Distrito Federal, mientras que Guadalajara reporta los niveles más bajos
CIUDAD DE MÉXICO, México, noviembre de 2005- La lectura de libros en México se limita a un volumen por año entre la mayor parte de la población de más de 15 años, según una encuesta publicada por Conaculta, en la que se concluye que Monterrey registra los niveles más altos de lectura.
Le sigue el Distrito Federal, mientras que Guadalajara reporta los niveles más bajos entre las mayores ciudades del país.
El sondeo, realizado en 27 estados del país por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), forma parte de la Encuesta Nacional de Prácticas y Consumo Culturales publicada este año por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
La encuesta reveló además un bajo nivel en la adquisición de libros, aunque concluye también que las personas que leen acceden a los ejemplares mediante su compra en librerías.
Así, el 55.5 % de los entrevistados no compra libros al año; 13.9 compra de uno a dos; 10.6 de tres a cuatro; 10.9 de cinco a ocho, y 8.1 puntos porcentuales más de ocho.
El 12 % de los consultados dijo no tener ningún libro en casa, mientras el si los tenía, de este total 11.8 puntos porcentuales tiene de uno a cinco; 15.4 entre seis y 10; 15.2 entre 11 y 20; 23.8 entre 21 y 50; 12.3 entre 50 y 100, y 9.5 más de 100.
Por lo que hace a los hábitos de lectura, se observó que 40.8 % de los hombres y 39 % de las mujeres encuestados no leyó ningún libro en un año; y del universo que sí lee, el 60.1 % dijo leer cuando menos un libro en un año, mientras que el 6.6 dijo haber leído más de 10 libros al año.
De acuerdo con la investigación, el número de libros leídos, disminuye conforme aumenta la edad de la persona y crece conforme se elevan los niveles de escolaridad y de ingresos, con lo que la proporción de los lectores más asiduos está muy relacionada con la escolaridad y es más alta para los sectores de ingresos intermedios.
Así, la proporción de jóvenes entre 15 y 17 años que no leyó ningún libro es de 11.7 %; de 30 en el grupo entre 18 y 22 años, y de 36.8 para la población de 23 a 30 años.
Las diferencias regionales, dice la encuesta, muestran que la zona centro tiene niveles superiores de lectura, de libros en casa y de compra, mientras que el centro-occidente y el sur reportan los mayores niveles de quienes no han ido nunca a una librería y el menor número de volúmenes en casa.
Entre las ciudades más grandes, los lectores de 11 libros o más al año significaron 15 % en Monterrey, 13.8 % en el Distrito Federal y 4.3 % en Guadalajara.
Siempre según la encuesta, el patrón de libros comprados es similar al de leídos, con Monterrey en los niveles superiores, seguido por la Ciudad de México y luego por Guadalajara.
Por tipos de ocupación, los estudiantes son los que manifiestan mayor número de libros leídos y las amas de casa el menor.
De las personas que dijeron haber leído libros, el 43.7 % los compró; 14.5 los consiguió prestados de amigos o familiares; 6.8 los obtuvo como regalo; 5.5 los pidió prestados a bibliotecas, y 0.4 puntos porcentuales los leyó fotocopiados.
Por lo que hace a librerías, alrededor de dos de cada tres entrevistados de más de 15 años, equivalente al 63.2 % del universo encuestado, manifestó haber asistido alguna vez a una de ellas, factor que disminuye conforme aumenta la edad, sobre todo entre las personas de más de 55 años.
La asistencia, como en los datos anteriores, crece conforme aumenta la escolaridad y disminuye entre las amas de casa, sector en el que se reportan los niveles más bajos.
Le sigue el Distrito Federal, mientras que Guadalajara reporta los niveles más bajos entre las mayores ciudades del país.
El sondeo, realizado en 27 estados del país por el Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), forma parte de la Encuesta Nacional de Prácticas y Consumo Culturales publicada este año por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta).
La encuesta reveló además un bajo nivel en la adquisición de libros, aunque concluye también que las personas que leen acceden a los ejemplares mediante su compra en librerías.
Así, el 55.5 % de los entrevistados no compra libros al año; 13.9 compra de uno a dos; 10.6 de tres a cuatro; 10.9 de cinco a ocho, y 8.1 puntos porcentuales más de ocho.
El 12 % de los consultados dijo no tener ningún libro en casa, mientras el si los tenía, de este total 11.8 puntos porcentuales tiene de uno a cinco; 15.4 entre seis y 10; 15.2 entre 11 y 20; 23.8 entre 21 y 50; 12.3 entre 50 y 100, y 9.5 más de 100.
Por lo que hace a los hábitos de lectura, se observó que 40.8 % de los hombres y 39 % de las mujeres encuestados no leyó ningún libro en un año; y del universo que sí lee, el 60.1 % dijo leer cuando menos un libro en un año, mientras que el 6.6 dijo haber leído más de 10 libros al año.
De acuerdo con la investigación, el número de libros leídos, disminuye conforme aumenta la edad de la persona y crece conforme se elevan los niveles de escolaridad y de ingresos, con lo que la proporción de los lectores más asiduos está muy relacionada con la escolaridad y es más alta para los sectores de ingresos intermedios.
Así, la proporción de jóvenes entre 15 y 17 años que no leyó ningún libro es de 11.7 %; de 30 en el grupo entre 18 y 22 años, y de 36.8 para la población de 23 a 30 años.
Las diferencias regionales, dice la encuesta, muestran que la zona centro tiene niveles superiores de lectura, de libros en casa y de compra, mientras que el centro-occidente y el sur reportan los mayores niveles de quienes no han ido nunca a una librería y el menor número de volúmenes en casa.
Entre las ciudades más grandes, los lectores de 11 libros o más al año significaron 15 % en Monterrey, 13.8 % en el Distrito Federal y 4.3 % en Guadalajara.
Siempre según la encuesta, el patrón de libros comprados es similar al de leídos, con Monterrey en los niveles superiores, seguido por la Ciudad de México y luego por Guadalajara.
Por tipos de ocupación, los estudiantes son los que manifiestan mayor número de libros leídos y las amas de casa el menor.
De las personas que dijeron haber leído libros, el 43.7 % los compró; 14.5 los consiguió prestados de amigos o familiares; 6.8 los obtuvo como regalo; 5.5 los pidió prestados a bibliotecas, y 0.4 puntos porcentuales los leyó fotocopiados.
Por lo que hace a librerías, alrededor de dos de cada tres entrevistados de más de 15 años, equivalente al 63.2 % del universo encuestado, manifestó haber asistido alguna vez a una de ellas, factor que disminuye conforme aumenta la edad, sobre todo entre las personas de más de 55 años.
La asistencia, como en los datos anteriores, crece conforme aumenta la escolaridad y disminuye entre las amas de casa, sector en el que se reportan los niveles más bajos.
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