Creo que es la historia que muchos hemos vivido. Él, que vive la vida sin pensar mucho más lejos que dentro de un cuarto de hora y con frecuencia sin escuchar y sin querer comprometerse. Ella, que está viendo la relación con la perspectiva de un avión y que no da un centavo por ella, le avisa y aún así espera.
Y él, cuando ya es demasiado tarde se da cuenta de que se ha acabado y en realidad ha sido muy corto, mucho más de lo que imaginaba. Ella, en un minuto ha dejado de quererle, quizás ha sido una frase o a lo mejor tan sólo una palabra o incluso un tono de voz. Ya no significa nada, en un instante ha dejado de creer totalmente en Él, Ella que le miraba antes de esa manera, con admiración, que hacía que se sintiera como el héroe de la película.
Y entonces, Él, se da cuenta de lo mucho que la quiere en realidad y al mirarla no puede dejar de hacerlo porque... es tan hermosa; y aunque sus ojos ahora le miran distinto, ahora quiere más que nunca estar con Ella, pero es demasiado tarde.
Los momentos que más les unieron, que significaron algo especial, ahora sólo están en la memoria. Como aquellos días en la noche, como aquellas noches de día, cuando en silencio los dos abrazados dejaban que el aire fresco les rozara la piel.
Borrarán todo lo que la mente les deje borrar, pero siempre quedará algo y dolerá a veces.
A Él le quedan sensaciones muy intensas, muy duras. Su mente traicionera asocia pensamientos molestos de malas experiencias vividas, parece como si estuvieran todas juntas en el mismo armario.
Hay un dolor que le paraliza y a la vez une esas historias como un collar de perlas. Y así se acuerda del agua helada mojando sus manos cada día en aquel invierno, de la historia que le contaron, de la niña que su padre era flautista y tenía que llevar día tras día, año tras año ese sonido en la cabeza de la misma manera que Él ahora no puede dejar de pensar en ella. También recordó el fracaso en los estudios, en un momento de su vida cuando por inmadurez incluso llegó a pensar en suicidarse.
Entonces, Él se pregunta qué es lo que dijo, cuáles fueron las palabras exactas que acabaron con todo. En realidad, se niega a reconocer su fracaso.
Ella está instalada en su mente con tal intensidad, que la única esperanza es encontrar a otra persona que pueda ocupar su lugar. Alguien nuevo.
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