
Director: Billy Wilder
Duración: 120 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: William Holden, Don Taylor, Otto Preminger, Robert Strauss, Harvey Lembeck, Richard Erdman, Peter Graves, Neville Brand, Sig Ruman, Michael Moore, Peter Baldwin, Robinson Stone, Robert Shawley, William Pierson, Gil Stratton, entre otros.
" Durante la Segunda Guerra Mundial, en un campo de prisioneros en Alemania, unos 600 sargentos de la sección americana comparten el campo de prisioneros 17. La noche antes de Navidad dos de ellos se disponen a fugarse, pero son descubiertos y asesinados por soldados alemanes que les están esperando. Los prisioneros empiezan a sospechar que hay un infiltrado en la barraca que informa a los nazis, y todo apunta al sargento Sefton, un antihéroe, cínico e impasible que consigue sobrevivir con astucia, canjeando víveres con los soldados alemanes."
Dentro del género bélico, existe un subgénero que se denomina "de prisioneros", cintas en que lejos de acciones de guerra propiamente dichas, sus temas se desarrollan en campos de presos, normalmente con una fuga (o intento) por medio. Quizás uno de los primeros en hablarnos sobre este tipo de temas fue Billy Wilder.
En esta película, Wilder se olvida prácticamente de la guerra para retratar un mundo aparte que es el de los prisioneros de guerra, con mayor o menor realismo, pero cuya virtud es que nos lo creemos tal y como nos lo cuenta. Por otro lado, podría haber sido un proyecto que hubiera podido haber filmado el mismo Hitchcock, ya que el tema principal del filme es la sospecha que entre los prisioneros hay un espía alemán, y todas las conjeturas recaen en el cínico e individualista sargento Sefton.
Wilder sabe distraernos durante las dos horas que dura la cinta, contándonos diversos episodios paralelos sirviéndose de los diversos personajes que pueblan el campo de prisioneros en general y el Stalag 17 en particular. Dichos episodios, algunos de ellos destinados a relajarnos e incluso hacernos reir (algunos personajes aparecen claramente caricaturizados y cumplen fundamentalmente una función divertida dentro una trama de suspenso o dramática), no tienen mucho que ver con la trama principal, pero le sirve al genial director para mostrarnos su pequeño y heterogéneo universo, que aunque supeditados a los alemanes se rigen por unos códigos propios. Por la época en que se dirigió es inevitable ver a los alemanes como un cuerpo homogéneo, maligno, y estúpido en ocasiones, pero en realidad, para la historia que nos cuenta Wilder, esta imagen sirve a sus propósitos, ya que el principal enfoque lo encontraremos entre los prisioneros aliados.
Wilder hizo una obra llena de optimismo y de buena comedia, con personajes encantadores como Schulz el alemán con buen humor, 'Animal' el obsesivo enamorado de la actriz Betty Grable o Shapiro su polifacético aliado en cada broma que se le ocurre. Sin embargo, a pesar de la alegría, también está presente y muy bien planteado el drama, la crueldad de la guerra, la cual no brota de un solo bando, sino de los dos que forman parte del conflicto.
Hay que destacar la aparición de Otto Preminger en el papel del Coronel del campo von Scherbach. Este casi cameo del director austríaco nos deja también entrever cómo eran las relaciones entre los oficiales dentro de las fuerzas armadas alemanas; cómo las decisiones eran tomadas de una forma arbitraria dentro de una cadena de mando fija en la que los oficiales querían ganarse ante todo la atención de Hitler.
La película atiende muy bien a estos pequeños detalles que podrían escaparse, como decía, dentro del tono general de comedia elegido.
Una buena realización en la que una interpretación casi coral ayuda a desarrollar una historia interesante basada en un excelente guión. La pieza teatral está muy presente y al haber conservado la esencia de la misma, mantiene el clima de claustrofobia y las condiciones de un stalag.
Y no olviden "Si los vuelvo a ver, finjamos que nunca nos hemos conocido." Esa frase aparece en la película y a Wilder le fascinaba, a mi también.
Comentarios