
Director: Terry Gilliam
Duración: 129 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Joseph Melito, Bruce Willis, Jon Seda, Michael Chance, Vernon Campbell, H. Michael Walls, Bob Adrian, Simon Jones, Carol Florence, Bill Raymond, Ernest Abuba, Irma St. Paule, Madeleine Stowe, Joey Perillo, Bruce Kirkpatrick, entre otros.
" Año 2035. Tras el azote de un virus asesino que asola la Tierra matando a miles de millones de personas, los supervivientes se refugian en comunidades subterráneas, húmedas y frías. El prisionero James Cole se ofrece como "voluntario" para viajar al pasado y conseguir una muestra del virus, gracias a la cual los científicos podrán elaborar un remedio. Durante el viaje conoce a una bella psiquiatra y a Jeffrey Goines, un excepcional enfermo mental. Cole tratará de encontrar al Ejército de los 12 Monos, un grupo radical vinculado a la mortal enfermedad."
Una historia genialmente concebida y una puesta en escena estéticamente deslumbrante desde el principio, atípica en cuanto a ciencia ficción se refiere, atípica en cuanto a uso de efectos visuales, atípica en manejo de recursos narrativos; mejor dicho: atípico producto de la industria "hecho en Hollywood".
El director da cátedra sobre cómo presentar con altura una historia compleja y repleta de matices, una historia capaz de reinventarse a sí misma cada vez que la película es vista de nuevo. Es notable cómo es necesario verla una y otra vez para seguir hallando en ella nuevos detalles e ingredientes, no basta con verla una vez solamente.
¿De qué trata? Nada menos que de la aniquilación casi total de la especie humana, de la manipulación del espacio y del tiempo mediante tecnologías imprecisas y peligrosas, pero sobre todo de la imposibilidad de cambiar lo que supuestamente ya está escrito. ¿El resultado? Una historia sobre la locura, sobre la dificultad de entender un ambiente convulsionado y de asimilar la sensación de relatividad espacio-temporal que naturalmente podría experimentar una persona que viajara por el tiempo.
Gilliam captura muy bien la complejidad contenida en lo que narra y se esmera en mostrar la subsiguiente angustia y caos mentales que sobrevienen a los viajes temporales y al retorno a una sociedad a punto de ser exterminada. Un acierto impecable de la cinta es confrontar a los personajes y al mismo espectador con las explicaciones de la psiquiatría como elemento de juicio racional. Finalmente, ¿qué es la realidad? ¿está en nuestra mente o está en lo que se nos dice que es? O acaso, ¿es tan compleja, tan desquiciadamente compleja que es preferible permanecer como borregos para no perder la cabeza y enloquecer pensando qué es lo real y cuál es nuestro lugar en ella y cuáles nuestras posibilidades?
Nos encontramos con una joya que rompe cánones: no hay aventuras colosales, no hay héroes, no hay heroínas, no se salva al mundo ni a la humanidad, a nadie. Ni siquiera hay espectaculares efectos porque no hacen falta, se trata de una puesta en escena ejemplar, de una posibilidad de hacer cine diferente sin caer en excesos o malabarimos, y tampoco le hace falta caer en un vano pesimismo para ser capaz de sugerir una inquietante reflexión sobre nuestra inexorable banalidad como seres racionales.
Me encanta la parte en la que ambos protagonistas se encuentran en el cine, preparando sus disfraces y sobre la pantalla se está proyectando 'Vertigo' de Hitchcock, entonces James Cole le expresa a la doctora Railly una cuestión muy atractiva sobre el séptimo arte y nosotros los espectadores: " Eso es lo mismo que nos pasa a nosotros, como el pasado. La película no cambia. No puede cambiar, pero cada vez que se ve es distinta, porque uno ha cambiado. Uno se fija en otras cosas."
Comentarios