Director: Phil Alden Robinson
Duración: 107 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Kevin Costner, Amy Madigan, Gaby Hoffmann, Ray Liotta, Timothy Busfield, James Earl Jones, Burt Lancaster, Frank Whaley, Dwier Brown, James Andelin, Mary Anne Kean, Fern Persons, Kelly Coffield Park, Michael Milhoan, Steve Eastin, entre otros.
" Un granjero de Iowa, casado y con una hija, tiene un día una experiencia sobrenatural: una misteriosa voz le ordena construir en sus tierras de cultivo un campo de béisbol para que las viejas glorias de ese deporte bajen del cielo y vuelvan a jugar."
Es indiscutible que no a todos nos tienen que gustar las mismas cosas, y esta película es un claro ejemplo de ello. Tiene todos los elementos necesarios para abrir un debate sobre como hacer una cinta bien hecha y por el otro lado, una mal hecha.
Intentaré explicarme: es una película sensiblera, muy emotiva, con momentos vacíos que pueden llegar a cansar, sin embargo son necesarios para llegar justo al final que la obra requiere.
Estamos frente a una película sin efectos especiales creados por una computadora, una cinta que cuenta con actuaciones decentes por parte de interpretes como Amy Madigan, la cual aporta una frescura e incluso algún punto de locura "sana" a la historia. Por otra parte contamos con personajes como James Earl Jones quien con su sola presencia es más que suficiente como para sentir genuino el relato o el reconocido actor Ray Liotta quien contribuye con una intervención basada en sus gestos o en los silencios que generan que realmente creas que estás frente al famoso jugador "Descalzo" Joe Jackson.
El argumento es lo suficientemente atractivo para que te sientes delante de la pantalla a observar este producto tan interesante y tan típico de Hollywood a la vez. La pena es que Phil Alden Robinson puede ser un buen cineasta, pero como guionista es un sujeto que no podría tildar de otra cosa más que de 'mediocre'. Esto queda patente durante gran parte del metraje, el guión camina de una forma en la que parece que se va tropezando todo el tiempo, muy pausado por momentos y con ideas poco coherentes en relación al tema central que da forma a la película. Menos mal que a medida que logra avanzar, parece (y solo escribo parece) que las piezas comienzan a encajar la una con la otra. Eso sí, todo de forma muy gratuita y por ende tramposa.
A veces la historia se vuelve sumamente pastelosa, pero es lo que ocurría en la mayoría de oportunidades en aquellos tiempos con alguna producción donde aparecía Kevin Costner. Las cintas en las que aparece suelen tener un aire de melancolía cursi extrañamente reconocible, lo que produce que sean perfectas para transmitirlas un domingo por la tarde en la tele. Aunque eso no tiene por qué ser malo del todo, eso también cabría reconocerlo y señalarlo. Sí, no a cualquier cinta la ponen en ese horario, ya que algún mérito deben de tener, incluso el de ser ridículas.
No obstante, me quedo con la idea que más me atrae de la película y que a mi entender es más o menos la siguiente:
Si estás seguro de que tienes razón, si crees que haces lo correcto, no te dejes convencer por nadie, sigue adelante aunque te llamen estúpido o en el mejor de los casos, un completo chiflado. Confía en tus instintos. La recompensa vendrá, tal vez no de forma tangible, quizá incluso parezca ser irreal; tal vez el premio sea una momentánea sensación de no se sabe qué, un breve lapso de razón, o tener la posibilidad de ver el trabajo bien hecho. Qué más da. Lo del campo de béisbol es lo de menos. Podría haber sido el mismo campo de maíz sin diamantes.
En cualquier caso, no te dejes llevar por lo que piensen los demás. Intenta llegar a ser quien realmente eres. No eres más que un estado anterior de tu futuro Yo. Proyecta en el tus mejores ideales, constrúyelo día a día y no dejes que se pudra. Ya sabes, si lo construyes, él vendrá.
Todo esto lo podemos apreciar al final de la cinta, cuando todo ese trabajo y esfuerzo tuvieron un propósito, ahí todo logra aclararse.
Lo dicho, bastante recomendable para pasar un buen rato entretenido.
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