Director: Mira Nair
Duración: 114 minutos
País: India / Estados Unidos / Italia / Alemania / Francia / Reino Unido
Elenco: Naseeruddin Shah, Lillete Dubey, Shefali Shah, Vijay Raaz, Tillotama Shome, Vasundhara Das, Parvin Dabas, Kulbhushan Kharbanda, Kamini Khanna, Rajat Kapoor, Neha Dubey, Kemaya Kidwai, Ishaan Nair, Randeep Hooda, Roshan Seth, entre otros.
" Un padre estresado, una futura novia que guarda un secreto, un hombre herido que organiza bodas, y familiares de todo el mundo que asisten a la boda generando caos alrededor de los preparativos para un matrimonio arreglado en la India."
En la India durante el período de los monzones (un fenómeno de los vientos que aparecen cargados de lluvias durante el verano), un matrimonio arreglado termina por reunir a dos familias muy diferentes entre sí y a un grupo de personas que pertenecen a muchas clases distintas en una colorida celebración de amor. Sin embargo, la singular unión cuenta con una novia y un novio que se acaban de conocer recientemente, un padre que intenta organizar un evento que conforme avanzan los días se desborda en forma de espiral de su presupuesto original, y como broche de oro para esta vorágine de acontecimientos hace acto de aparición un triángulo amoroso que amenaza con suspender todo el espectáculo. Y me faltó mencionarlo, agregue a este caos el ingrediente secreto: un astuto organizador de bodas que por obra del destino termina por enamorarse de la doméstica que labora en la casa y todo el asunto rematará gritando hacia el exterior ¡pero qué relato tan apasionante!
Por supuesto, en gran parte de su metraje eso es todo lo que parece expresar esta película aunque lo haga a gritos o de forma demasiado entusiasta; y la experiencia de invertir casi dos horas en su visionado se vuelve nebulosa y problemática dado que es realmente difícil involucrarse en cada secuencia o diálogo en un filme que en líneas generales fue construido de manera muy descuidada y sin prestarle demasiada atención a los detalles en cada uno de los elementos que lo componen.
En términos generales, se trata de una historia que hace uso de diversas líneas argumentales que conforme la narrativa se desarrolla varían de modo torpe, de tal manera que lo inicia siendo divertido se transforma hacia lo interesante y finaliza convirtiéndose en una anécdota repleta de un contenido insustancial. A mi parecer, el gran problema de la cinta se asoma cuando resuelve centrar su atención en una colección de personajes y aquellas líneas mencionadas de la historia en torno a una boda y no todas ellas funcionan tan bien como el resto. Es decir, la historia se desenvuelve de una manera muy predecible, a menudo de formas lastimosas, y en sus casi dos horas de metraje, requiere demasiada paciencia. Recortarla para que por lo menos durara cuarenta y cinco no habría mejorado la calidad de la película, pero si habría conseguido que el tormento no fuera tan intenso.
He de señalar que justo en el arranque donde brota el desorden y la confusión gracias a tal cantidad de conversaciones y discusiones mantenidas por un sinfín de personajes, todo el colorido desfile se sentía bastante interesante, e incluso más allá de sus huecos argumentales la estructura alcanza un grado de cohesión en el preciso momento que se dirige hacia el final. Sin embargo, debo confesar que observando el cuadro a la distancia, jamás me sentí ni atraído ni impresionado como esperaba, sino más bien casi siempre más cercano al bostezo. Es más, para ser honesto, había otras opciones de obras que tenía la ocasión de apreciar y fue un verdadero esfuerzo el decidir ignorar las atrayentes señales que me hacían en cada instante; para finalmente determinar quedarme con esta película hasta que aparecieron los créditos en pantalla.
No obstante, lo que si logra realizar bastante bien esta creación es entregar algunas secuencias lo suficientemente vibrantes que, durante la mayor parte del tiempo en que son efectuadas, brindan una impresión muy colorida, enérgica, viva y bien establecida de la idiosincrasia de esa parte de la India y por lo menos proporciona una sensación agradable, debido principalmente a la potencia y el ritmo con que son entregadas.
Como ya lo he citado, me pareció una historia que por largos tramos se vuelve tediosa y básicamente intrascendente, lo cual genera que sea muy complicado abstraerse en lo que está relatando, pero el último tercio mejora y todo se transforma en un suceso significativo y envolvente.
Ahora bien, lo que llamó mi atención es que haya sido catalogada como una película de Bollywood, lo que me parece un terrible error, ya que no considero que en ella se encuentren aspectos de una obra colocada en esa categoría. Por fortuna no dura más de tres horas, y no se hace uso en demasía de la música ni de bailes extravagantes en cada oportunidad.
En resumen, interesante y tal vez agradable por la breve mirada que da a la cultura india, a pesar de poseer una historia que escasea en originalidad. Desde la primera escena se puede suponer que habrá problemas o al menos algún pequeño escándalo florecerá con alguno de los invitados y la novia estará inmiscuida en ello. O que una historia de amor comenzará cuando otra termine, y que finalmente aquel muchacho se convertirá en un hombre responsable.
Así que, en ella no hay nada realmente especial, nada realmente nuevo; pero aún así puede ser una tarea entretenida o agradable de ver, incluso si se muestran algunos momentos de indecisión que calificaría de patéticos.
De alguna manera, esta película es como si la India se estuviera descubriendo a sí misma. Es positivo que un país se de cuenta, después de que todos los demás ya lo hicieron, que la gente originaria de esa nación no es perfecta y que son humanos como nosotros. Que a pesar de la desidia y el machismo que exhiben los hombres, suelen ser débiles y altamente dependientes de las mujeres. En ese caso, resulta inusual observar a esos orgullosos pero sentimentales hombres haciendo planes de forma mezquina en actividades que los involucran a ellos mismos y a sus familiares.
Por el contrario, las mujeres son expuestas como seres fuertes y que saben lo que quieren. Están más en contacto con la realidad y la forma en que su mundo está cambiando. No obstante, siguen siendo limitadas a realizar tareas de mantenimiento de la casa.
En fin, el amor de la directora por el color bien podría haber sido provechoso para alguna comedia romántica de esas que cierran con una fantástica y descomunal boda, pero ese aspecto no se refleja en el producto final a excepción de algunas irrelevantes tomas del tráfico en la ciudad.
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