Director: Michael Tolkin
Duración: 100 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Mimi Rogers, David Duchovny, Darwyn Carson, Patrick Bauchau, Marvin Elkins, Stéphanie Menuez, Sam Vlahos, Rustam Branaman, Scott Burkholder, Vince Grant, Carole Davis, Patrick Dollaghan, James Le Gros, Dick Anthony Williams, DeVaughn Nixon, Christian Benz Belnavis, Kimberly Cullum, Victoria Williams, entre otros.
" La historia de una telefonista que lleva una vida vacía, aburrida y amoral que termina por encontrar a Dios, renunciando así a su monótona existencia y aferrarse al fundamentalismo con vehemencia. "
La película comienza con Sharon quien trabaja como operadora, lugar en donde durante ocho horas al día se dedica a estar hablando por teléfono con una persona diferente cada quince segundos. Se encuentra con miles de personas al día, la mayoría de ellas son personas que nunca conocerá excepto por su voz. Por la noche, Sharon junto con su novio, se dirigen a toda clase de bares tratando de localizar a otras parejas de actitud swinger para llevarlos a casa, y desplegar el sexo grupal. Para Sharon, esta es la vida perfecta. No tiene problemas con los que lidiar, ni preguntas que hacerse acerca de su vida.
Un día mientras trabaja, Sharon escucha a un grupo de personas hablando sobre la segunda venida de Jesucristo. Al principio hace bromas al respecto, juega con ello, pero mientras se encuentra en la cama con un tipo llamado Randy, comienza a reflexionar sobre la peculiar idea. Ella no está muy segura de qué se trata la idea, por qué la ha alterado, pero se apresura a la ducha para asearse cuando se da cuenta de que debería estar viviendo su vida para Jesús. En los siguientes seis años, finalmente se casará con Randy, tiene una hija y finalmente es llamada para ir al desierto donde cree que Jesús completará la segunda venida y la llevará con el a casa.
El filme fue escrito y dirigido por Michael Tolkin y la cinta pregunta de forma constante si Dios solo está usando a los humanos como si fueran una especie de juguete. Ese es sin duda, uno de los elementos clave de la historia y mientras miraba la película me preguntaba si el propio Tolkin estaba usando a los espectadores también como juguetes. El argumento comienza con una dosis de sexo casual y luego nos lleva por un viaje, muy parecido a la vida, que está lleno a partes iguales de fealdad y redención. Hasta el final, seguí preguntándome si el director iría hasta el fondo posible con su mensaje o si prefería dejar al espectador paralizado, por fortuna la cinta de alguna manera logra hacer preguntas y dar respuestas.
Desde el comienzo en la historia del cine, en el arte de la realización de películas, siempre han existido las obras que tratan sobre el cristianismo, pero a menudo me parecen creaciones colmadas de subterfugios, que en cambio nos brindan respuestas sin hacer preguntas que en realidad puedan ser tomadas con seriedad. Por otro lado, este filme resuelve tomar una mirada muy puntual hacia la religión y hacia aquellos que creen en el poder de lo que promete. Es decir, no hay escenas lindas con Moisés ni escenas con Dios corriendo para salvar al desprotegido, ni para arreglar los desperfectos ocurridos en un día; en cambio, la película provoca que cada persona que esté observándola sea capaz de sacar sus propias conclusiones. Y desde luego, como acontece con todas las cintas, cada persona va a tener una reacción diferente a lo que perciba en la pantalla, las correspondientes preguntas que te hace y las respuestas que da.
Por otro lado, lo peor que puede suceder tanto en la vida como en el cine es que, con frecuencia, las personas o los directores son tan apocados que temen ser realmente honestos sobre alguna cuestión o hacer preguntas para las que no les gustaría saber la respuesta. En mi caso, fui educado en un religión muy extremista, por lo que es bastante refrescante ver una película como esta, que determina mostrar las dos caras de la monedad sin colocar mayor pesos a alguna de las caras. En la mayoría de las obras de este tipo, si crees en Dios entonces eres un santo, y no es necesario realizar preguntas. Si no crees en el, en automático te observan como un ser maligno, eso si, tampoco es necesario realizar pregunta alguna. Con esta creación, ambos lados se consideran iguales, tratando de resolver un auténtico acertijo donde podría no haber una respuesta completa.
Con una cinta como esta, realmente no importa si estás de acuerdo con lo que hacen los personajes. De nuevo, todos tenemos nuestras propias creencias, al igual que Sharon en este relato. De tal manera que, expresar que esta película alcanza un nivel personal seria un poco menos que un peligroso alegato, pero creo que si es fundamental que cada espectador obtenga sus propias respuestas a las preguntas formuladas. Es más importante señalar que Tolkin pinta una imagen muy deprimente y pesarosa de una mujer que cambia su vida esperando encontrar algo mejor, sin embargo descubre que los mismos problemas ocurren en ambos lados.
Mimi Rogers es una actriz de la que conozco poco de su trabajo, pero realizó una labor destacada en aquella oportunidad, en un papel que podría haber sido unidimensional. Cuando la vemos por primera vez, es una telefonista aburrida que por la noche se divierte y contonea con varias parejas sexuales. Rogers compone una adecuada personificación al mostrar la vida descuidada que lleva esta mujer, pero no lo hace con palabras, sino con variados movimientos corporales y una particular mirada en sus ojos. Cuando Sharon finalmente es salvada, tenemos una mirada distinta en sus ojos, lo que me llevó a creer que los personajes ya tenían una perspectiva diferente de la vida. Y lo mismo puede asegurarse del tercer acto, cuando Sharon comparece en el desierto esperando la segunda venida de Jesús.
En conclusión, es una película muy audaz en muchos sentidos, y al igual que ha sucedido con otras cintas de temática religiosa lanzadas a lo largo de los años, ciertamente afectaría a cualquier persona de diferentes maneras. Estoy seguro de que muchos al concluir la función se quedarían odiando a la protagonista y deseándole el peor destino, mientras que otros estarían convencidos al igual que ella de lo que ha dispuesto hacer en ese acto final.
Es realmente imposible mantener fuera las creencias personales mientras se observa una película como esta y, aunque en lo subjetivo no estoy de acuerdo con algunas de sus elecciones, eso no es suficiente para desdeñar esta interesante cinta, que al menos a mi parecer debería obtener el respeto por no valerse de artimañas para confundir y que prefiere generar la reflexión en el espectador.
Si se supone que la religión debe producir la introspección en el ser humano, entonces solo puedo estar agradecido de que la obra de Tolkin me haya permitido pensar por mi mismo y no intentar forzar un mensaje que se quedara grabado en la mente.
Drama psicológico, reflexión sobre la fe y el libre albedrio y desconocida variación del enfoque que Hollywood solía denominar películas de mujeres, esta alegoría es una agradable recompensa para el espectador de mente abierta.
Comentarios