Dirección: James L. Brooks
Duración: 132 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Shirley MacLaine, Debra Winger, Jack Nicholson, Danny DeVito, Jeff Daniels, John Lithgow, Lisa Hart Carroll, Betty King, Huckleberry Fox, Troy Bishop, Shane Serwin, Megan Morris, Tara Yeakey, Norman Bennett, Jennifer Josey, Kate Charleson, Tom Wees, Paul Menzel.
Aurora y Emma Greenway quienes son madre e hija marchan al son de distintos ritmos. Empezando por el matrimonio de Emma, con el cual Aurora muestra lo difícil y cariñosa que puede llegar a ser. La pelicula abarca varios años de sus vidas mientras cada una encuentra diferentes razones para seguir viviendo y encontrar la alegría. Los entreactos de Aurora con Garrett Breedlove, astronauta retirado y su vecino, son bastante impactantes. Al final, personas diferentes demuestran su amor de maneras muy distintas.
Una de las cintas más populares de las tantas películas de mujeres estrenadas a principios de los ochenta (ahí se coloca a filmes como Kramer contra Kramer, Gente como uno, En un lugar del corazón. etc.) La fuerza del cariño - como fue llamada por estos territorios - de James L. Brooks, está protagonizada por Debra Winger en el papel de Emma, una joven que se casa con un tal Flap, un profesor universitario.
El tiempo avanza y la pareja tiene tres hijos, luego la atracción sexual del comienzo pronto se desvanece y Flap empieza a tener una aventura. En respuesta, Emma también se echa al plato a un amante furtivo.
En su momento, La fuerza del cariño fue vista como un paso adelante en la representación de lo que llamaban hace cuarenta años como mujer moderna. Es decir: fuerte, independiente y autosuficiente (léase hay que prescindir del uso del brassier). Pero todos (o por lo menos yo si) sabemos que la cuestión no es del todo de esa manera.
Cuando aparece la confirmación de la infidelidad de la pareja, esta coincide con la noticia de que Emma padece cáncer; como si se le estuviera castigando de forma simbólica por vivir su sexualidad. Ergo, el paralelismo entre la enfermedad y la irresponsabilidad sexual se amplia de tal manera que el mensaje final de la historia es mucho más tradicional de lo que uno pudiera imaginarse: la infidelidad, el alejamiento de la familia tradicional, equivale a la pérdida del amor duradero y el apoyo emocional.
En ese sentido, los dos primeros tercios de la historia se centran en la embrollada relación que existe entre madre e hija. Por lo que, puede que Emma y su madre discutan de modo constante, pero es una molestia que vale la pena ya que conlleva recibir a cambio cierto apoyo emocional.
Mientras tanto, los hombres son retratados como ingenuos e inmaduros (como en el caso de Flap) o sexualmente agresivos, groseros y mujeriegos (ocurre otra interpretación bastante seductora de Jack Nicholson). En consecuencia, a medida que Flap se aleja de los roles paternos tradicionales, su familia se desmorona.
Por el otro lado, cuando Jack (que aquí se llama Garrett) deja atrás sus aventuras amorosas, se convierte en una especie de padre sustituto que sana y restablece la dañada familia a la que Emma pertenece. Con Garrett se recupera de forma simbólica la fe en las relaciones monógamas, y el pobre hombre pasa de ser un soltero disoluto, promiscuo e irresponsable (es literalmente un astronauta, una figura ausente) a una figura paterna aceptable y un posible y futuro marido.
Naturalmente fuera de la pantalla, hereda a los hijos de Emma y reconstruye su moribunda familia.
Resultado obtenido: la vieja generación (conformada por los abuelos) sustituye entonces de manera precisa a la agonizante nueva generación, ofreciendo con ello una unidad estable, fija, responsable, probada y viable.
Sin el matrimonio, los vínculos que brinda la familia, la responsabilidad y un firme compromiso, las mujeres vacilan y los hombres se entregan a una promiscuidad desenfrenada. Aunque su marco temporal abarca la década de los sesenta, no se mencionan en el relato los disturbios acaecidos en la época.
Finalmente, la implicación subyacente que nos entrega este filme es que la liberación de la mujer, e incluso los movimientos feministas de la época, son cuestionables. Dicho de otra manera, cualquier desviación de una norma con tintes conservadores significa el desastre absoluto.
Más allá de todo esto que describo, la pelicula está bien interpretada por actores de la talla de Debra Winger, un joven Jeff Daniels, el perturbado Jack Nicholson y la simpática Shirley MacLaine.
Según veo, los aficionados al melodrama lacrimógeno se sentirán como en casa con ella, mientras que aquellos que desconfíen hasta de su propia sombra y la utilización de la lagrima fácil encontrarán que la pelicula está sobrecargada de esos elementos.
Además, en esta obra aparecen algunos retazos de lo que después sería conocido como arquitectura Googie, y algunos bonitos moteles de principios de los setenta. En concreto, el anonimato utilitario se une al lujo de la clase media que suele alojarse en hoteles de cinco estrellas, con pasarelas de estilo mexicano, con azulejos, dobles gradas, piscinas cubiertas y cantinas al aire libre (se sabe que los primeros asentamientos españoles en el suroeste gringo influyeron en el diseño de los edificios de Nebraska).
Incluso, algunos de los salones del hospital donde todo termina y hay algunos paneles de madera que también tienen su encanto. Claro, si te gusta ese tipo de cosas.
Concluyendo, si conectara un poco más con ella y me pareciera más divertida y emotiva, podría pasar por alto sus defectos. En cambio, es para mi de manera simple divertida y conmovedora, por utilizar adjetivos menos entusiastas. Quizá debería haberla visto con mi madre.
Comentarios