El niño estaba solo, sentado frente al mar; el último esfuerzo de las olas le rozaba los pies. Tomó un puño de arena con su mano izquierda
- Estos son mis miedos- se dijo a sí mismo y lo lanzó al mar.
Tomó un puño de arena con la mano derecha, la observó por un momento; miró de nuevo al mar, miró al cielo rojo de la tarde y dijo:
- Estos son mis dolores, mi tristeza- y lo lanzó al mar con fuerza.
Se levantó, caminó y fue feliz...
Sigo bastante triste, no sé, tenso tal vez y lo peor es que no tengo motivo para estarlo o... puede ser que si. En realidad estoy harto de muchas cosas y de muchos que me rodean, han vuelto los sentimientos negativos, las emociones que destruyen e increíblemente no me siento mal por ello, al contrario, me da gusto sentirme así. Cuando eres buena persona, los demás se aprovechan de ti.
No tengo con que desquitarme, así que le "pegaré" a los blogs oscuros, no me gusta mucho hacerlo(ya casi no visito blogs) pero es tan fácil, pero tan fácil expresar lo que sientes usando términos "poéticos" o de la "oscuridad" que han llegado a aburrirme.
Les voy a contar un secreto: últimamente me he quedado a leer los blogs "alegres" (la otra cara de la moneda) que igual sólo te van a hablar de espinas atoradas en la garganta, pero que su sencillez y amenidad, te dejan la sensación de haber escuchado la historia de la voz de la persona misma.
...El joven estaba frente al mar, ya conociendo el amor que te hace vivir plenamente, que te hace olvidar los dolores y superar los temores, y conociendo también la agonía de perderlo, tomó una piedra, se dijo:
- Este es el amor, estos son sus dolores, esta es la amargura que causa, la desesperación que deja-
Miró al mar, miró al cielo rojo, miró la arena; todo perdiéndose, todo llegando más allá de lo que sus ojos fueron capaces. Apretó la piedra, la echó en su mochila, se la puso al hombro y caminó...
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y tu si?