
Director: Edward Zwick
Duración: 143 minutos
País: Estados Unidos/Alemania
Reparto: Leonardo DiCaprio, Djimon Hounsou, Jennifer Connelly, Kagiso Kuypers, Arnold Vosloo, Antony Coleman, Benu Mabhena, Anointing Lukola, David Harewood, Basil Wallace, Jimi Mistry, Michael Sheen, Marius Weyers, Stephen Collins, Ntare Mwine, entre otros.
" Historia sobre el mundo del tráfico ilegal de diamantes. 1999, Sierra Leona. La nación se encuentra en medio de una terrible guerra civil. Un contrabandista, especializado en la venta de piedras preciosas cuyos beneficios son utilizados para financiar a los rebeldes y al gobierno al mismo tiempo, se cruza en el camino de un nativo pescador que, tras perder el rastro de su familia, enterró un enorme diamante rosado trabajando como esclavo para los rebeldes."
En una de las escenas de esta cinta que me ocupa, en la televisión se emiten imágenes del ex-presidente Clinton disculpándose con la gente por el caso Lewinsky. Edward Zwick nos da aquí un dato importante para la historia, aunque parezca irrelevante: 1999.
El caso Lewinsky afloró hace ahora aproximadamente 11 años. ¿Por qué haces una película en 2006 y la ambientas en 1999? Si fuera porque el director es de esos que piensa que todo tiempo pasado fue mejor (especialmente si quieres retratarlo en cine) no habría retrocedido tan sólo 11 años.
La respuesta al misterio está en que no fue hasta finales de la década de los 90 que la gente empezó a hacer algo respecto al comercio de los llamados "diamantes de sangre".
Digo esto porque es más fácil hacer una película como ésta que denuncia un hecho peliagudo sabiendo que se cuenta con un hecho real. El día en que los gobernantes empezaron a hacer algo contra esta intolerable injusticia no modifica la realidad social, una obra cinematográfica te va a proporcionar un final más feliz, pero desgraciadamente las cosas siguen igual de mal hoy en día.
Al margen de esto, Edward Zwick construye una correcta película con dosis de acción necesaria y desgarradora violencia. Especialmente crudas son la toma de los niños por parte de los "rebeldes" y su posterior entrenamiento; los asaltos a las aldeas de tribus de África.
Leonardo DiCaprio está creíble en su papel de mercenario sin escrúpulos, y Djimon Hounsou, su compañero de fatigas en el filme, transmite la angustia de un padre que ha perdido a su hijo, incluso al tenerlo de vuelta. Por su parte, Jennifer Connelly aparece lo justo como para no hacer de la película la típica de aventuras y su papel por lo tanto no distrae del conjunto final y queda muy bien.
Con una mezcla de aventuras, drama y algo de romance, pero siempre manteniendo un tono serio, este proyecto consigue entretener a la vez que muestra la realidad de Africa, una realidad que, como dice Maddy Bowen el personaje de Connelly en un momento de la cinta, "puede que salga en la CNN uno o dos minutos, entre el deporte y el tiempo."
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