Para comenzar, antes que señale cualquier cosa sobre esta canción, me gustaría anunciar que es una de las canciones más hermosas que he escuchado en mi vida. Así es, abro este escrito con una buena dosis de parcialidad. Pero bueno, de eso se trata esta sección: de hablar de lo que a mi me gusta y nada más.
Aunque antes de desplegar la discusión sobre esta bella melodía, me agradaría hacer alguna que otra puntualización sobre el sujeto que la interpreta; el cantante, compositor y productor de discos estadounidense Ernest Greene mejor conocido en la industria musical como Washed Out.
Dicho sujeto y la música que ejecuta en este proyecto han sido identificados con un movimiento llamado Chillwave.
El movimiento antes mencionado está caracterizado por un sonido pop retro apagado o soñador, voces suaves, un ritmo que suele ir de bajo a moderado, letras que hablan sobre evadirse estando en la playa o simplemente sobre el verano, envueltas en texturas psicodélicas, procesamiento de efectos en especial la reverberación (que es el efecto natural que sucede en un espacio cerrado cuando un sonido rebota en sus paredes, hasta formar una especie de conglomerado de ecos), sintetizadores propios de la década de los ochenta (a los que nombran vintage) y otros intentos de emular de manera liberada la estética del pop electrónico de la década mentada, así como participar de manera comprometida en los fundamentos de algo que suele tildarse de memoria y nostalgia.
En otras palabras: Washed Out es un asunto que se trata solamente del pasado. Especialmente creado para provocar nostalgia a las personas que crecieron en los años ochenta. Para ello, hay mensajes ocultos, casi subliminales en la música.
Espera un momento, ¿mensajes subliminales? ¿de qué estás hablando?
Sí, me refiero a una sensación que el humano percibe y experimenta sin tener conciencia de ello. En este caso, comentando sobre este movimiento en concreto, por ejemplo se pueden alcanzar a apreciar melodías comerciales de viejas canciones, efectos de sonido de alguna radio o pequeñas cosas que la gente creció oyendo todo el tiempo y simplemente no advirtió su existencia. A veces, realizar tal cosa genera nostalgia en algunos mortales. Y esta canción es uno de los ejemplos más obvios de ello. O bien se puede escuchar aquella canción I Want You de Gary Low para captarlo totalmente.
Me he enterado por diversas fuentes sobre aquella música que se está concibiendo a partir por ejemplo de usar sonidos de cassettes, y que podría ser la razón más importante por la cual el audio resulta ser tan silvestre. Casi suena como si se hubiera comprimido de una forma desmesurada, mucho antes de que el sonido fuera masterizado, aunque parece fresco y fácil de escuchar. Sí, esta bastante bien para mí.
Finalizados los pormenores sobre el artista, me gustaría centrarme ahora en lo relativo a la temática de la canción que hoy vine a discutir.
En primer lugar manifestaría que esta canción está expresando algo sobre la forma en que la adicción (léase drogas, malas relaciones o simples hábitos dañinos) hacen sentir al interprete y el típico ciclo de recaída que nunca termina. O no sé, tal vez únicamente soy un completo y excesivo analista que que habita errado en su burbuja y la creación de Greene se trate simplemente de lo fastidiosa que puede ser la rutina que experimenta todo ser humano. No obstante, me parece que debido a la letra, pero también debido a esa atmósfera que crea (como si se estuviera andando en un camino repleto de neblina), produce una impresión innegable, como una corazonada que estimula que la canción me lleve a experimentar con sus sonidos.
En cada oportunidad que la escucho,el sonido me rodea como lo hace la adicción. Así que esta canción me hace sentir intoxicado, como si estuviera bajo los efectos de alguna sustancia, simplemente escuchándola. Un elemento que destacaría sobre ella, esa causa que produce aquel efecto es que es una obra que aparece como un cúmulo de piezas que se repiten una y otra vez, como el propio ciclo de la adicción. Debido a ello, percibo ese ciclo dividido en tres partes en esta canción y aquí están:
- En un inicio, se siente todo lo que está cerca, se puede percibir a todo el mundo alrededor; cuando se está sano tanto física como mentalmente el estado general es el de un humano vigoroso. A continuación, la droga de su elección empieza a consumirlo. Aparece la idea de que es suya y de nadie más (le brinda la sensación de que solo el la conoce y por ello es preciosa). En este lugar, la cuestión ya es personal, aquí ya existe intimidad.
- A la mitad, el héroe de la historia palpa en sus propias carnes la idea de aprender de nuevo (creo que esto se refiere a cuando se admite que se tiene un problema). Este proceso empieza ansiando la vida que se tenía antes, aunque ahora ya se han asimilado algunas cosas nuevas y se ha crecido como persona. Está por todas partes, está a su alrededor. Ese afán por aprender y vivir, lo rodea en cada borde de su existencia. Lo siente. Su familia se lo dice, sus amigos se lo dicen, no puede negarlo ya. Esta rodeado de ello por completo.
- Al final, está cansado de todas las cosas que ha hecho (o de la manera como se comportaba cuando era un adicto). En suma, de la persona que era, de las cosas que dijo y que hizo. Está cansado de todo. Pero lo solucionará (esto es algo que todos dicen en algún momento). He aquí un punto relevante, ya que es algo que todos los adictos piensan sobre si mismos y lo realizan casi todos los días. Llegado el momento, razona consigo mismo que todo saldrá bien, así que sigue haciéndolo. Y el ciclo vuelve a empezar.
Para concluir, me gustaría subrayar que todo esto que acabo de hacer es solo es una interpretación mía. Tal vez, como también lo mencioné, todo el ejercicio solo se trate de salir de la interminable e insufrible rutina. Al final, esta hermosa pieza pertenece a un EP que se titula acertadamente Life of Leasure (vida de ocio). Y todos los que vivimos en este mundo, en algún instante de hastio hemos tratado de escaparle, para buscar no ser absorbidos por ella, para no vivir todo el tiempo inmersos en el aburrimiento.
Una ironía más de nuestra especie: buscamos con tanta vehemencia algo que nos proporcione comodidad y seguridad, al conseguirlo nos termina aburriendo. No hay más que decir. Somos la contradicción y el absurdo que camina sobre dos pies.
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