Director: Trey Parker
Duración: 81 minutos
País: Estados Unidos
Elenco (voces): Trey Parker, Matt Stone, Mary Kay Bergman, Isaac Hayes, Jesse Brant Howell, Anthony Cross-Thomas, Franchesca Clifford, Bruce Howell, Deb Adair, Jennifer Howell, George Clooney, Brent Spiner, Minnie Driver, Dave Foley, Eric Idle, entre otros.
" Después de que Cartman y sus amigos deciden ir a ver una película que está clasificada con una R, comienzan a lanzar insultos por todos lados y sus padres están convencidos que la culpa es de Canadá."
Si usted no es un entusiasta de las producciones colmadas de groserías sin parar, humor crudo, los musicales, sátira, violencia o simplemente South Park en general; entonces es mejor que no vea esta película. Es más, ni se acerque a ella, estoy seguro que le puede provocar el patatús.
Y es que, cuando gozas de una reputación como la de Trey Parker y Matt Stone (creadores de la serie animada), debe ser difícil deshacerse de todos los estereotipos que se han generado a tu alrededor. Se está atrapado siempre en los moldes que te han sido otorgados. Pero también es probable que, mientras los estigmas de esa naturaleza estén siempre relacionados con un nombre y cierto prestigio, en realidad esto les brindará más libertad para realizar una declaración que sea más afín a lo que se suele tildar de naturaleza política. Claro, entretanto disfracen en primer lugar esa declaración (o declaraciones) con todo aquello que los ha hecho populares, para naturalmente poder salirse con la suya.
Ahora bien, si ahora mismo anunciara que más allá de la vulgaridad sin fin y el humor ilimitado que esta película contiene, se está frente a una cinta que incluye un mensaje importante oculto bajo toda la animación, ¿me lo creerías? ¿te importaría?
En primer lugar, esta es la película con mayor cantidad de blasfemias y palabrotas que he visto en mi vida. Una lista de obras de ese tipo, que por supuesto incluye algunas cosas que se han hecho en el cine nacional. Pero, en este caso, la película me tenía saltando del sillón. Y no lo digo en un sentido figurado, sinceramente fue de esa manera. Me estuve riendo tan fuerte que casi golpeo mi cabeza con algún objeto que se encontraba delante de mi.
Para ejemplificar mejor esta situación de carácter exaltado, basta equiparla con lo que sucede en obras en las que se muestra el horror de la guerra. Bueno, si tuviera que comparar ambos casos y reemplazar dicho horror por el humor, seria un contraste muy justo para ilustrar las impresiones que ambos géneros producen. Esta película es muy divertida y me agrado bastante en ese nivel. Puedo decir de forma honesta que no me reía tanto desde aquellas producciones de Monty Python. En muchos casos, los insultos llegan a un nivel desenfrenado, pero es obvio que está ejecutado con tal intención manifiesta. De hecho, habría que enumerar que un poco del humor raya en lo asqueroso (como aquellos chistes sobre Saddam Hussein que resultan divertidos, pero un poco enfermos al mismo tiempo) aunque me parece que con tales actitudes los creadores querían ver que tan lejos podían llegar. Y fueron realmente muy lejos, retando a la propia Asociación Cinematográfica que se encarga de la clasificación de las películas, consiguiendo como obsequio que los censurará mucho más. Vamos, no es gratuito que el titulo vaya acompañado por los calificativos más grande, más largo y sin cortes.
La historia versa sobre un grupo de estudiantes de tercer grado que soborna a un vagabundo para poder adquirir sus entradas al espectáculo, que no es otra cosa que una película extranjera llamada Asses of Fire, protagonizada por dos canadienses con los nombres de Terrance y Phillip. Un dato relevante es que, la citada película ha sido calificada con una R por la asociación encargada de la censura. Por ello, en algún sentido la aventura se trata de mostrar que siempre hay maneras para conseguir lo que sea, aun cuando existan reglas establecidas en la vida. Para beneplácito de los asistentes, la cinta está repleta de flatulencias y distintas escenas donde se canta lo suficiente como para que también se pueda considerar como un musical (uno muy peculiar, sin duda). Como resultado de la constructiva función (ya que los extraños mocosos la consideran una cinta impresionante), de forma inmediata comienzan a imitar lo que han visto, incorporando desde ese momento, todo aquel sucio lenguaje en la mayoría de conversaciones que sostienen con otros seres. Por supuesto, luego asisten a la escuela usando sus nuevo personajes y los padres son notificados de inmediato de la gravedad del problema. A continuación, ya que todos las criaturas parecen haber perdido la poca cordura que les quedaba, uno de nuestros protagonistas muere por tratar de prenderle fuego a una de sus ventosidades.
En consecuencia a tantas barbaridades, las reacciones de los padres traen consigo que ocurra una tercera guerra mundial. Y lo logran culpando de todo el problema a Canadá, que es el país de donde son originarios los protagonistas de la polémica cinta. Entonces, el presidente de los Estados Unidos les declara la guerra. Y los canadienses se convierten en enemigos de todos. Ah... y obviamente Cartman, Stan, Kyle y Kenny ahora deben salvar al mundo. Hasta ahí un breve compendio de la trama de la cinta.
Como ya lo mencioné, hay mucho que señalar sobre la naturaleza política que los escritores han tratado de esconder bajo diversas máscaras que ocultan algunos personajes. A pesar de que descubrir este tipo de película puede resultar inquietante para muchas personas, alcance a distinguir que había algunos temas que aparecen en ella y que merecen ser mencionados. Por ejemplo, se muestra en ella un grupo de fanáticos religiosos que parece estar más preocupado por culpar a alguien y castigarle por todo lo que está mal en el mundo. Mientras se hallan en dicho proceso, ellos mismos deciden infligir todo el dolor posible en otros, lo cual se supone, debe ser el trabajo de Dios. Un tópico consabido por estos lares.
Con relación a Satanás, este es retratado como un cobarde homosexual que está involucrado románticamente con Saddam Hussein. Debido a que esta película se lanzó en 1999, el señor Hussein seguía vivo, por lo que todo el asunto resultaba ser muy irónico. No sé si pueda decirse lo mismo en los tiempos en los que vivimos. Como sea, Satanás y su compañero de cama deciden que la guerra que se ha desatado, les ha dado el motivo adecuado para tratar de conquistar el mundo.
Con relación a Satanás, este es retratado como un cobarde homosexual que está involucrado románticamente con Saddam Hussein. Debido a que esta película se lanzó en 1999, el señor Hussein seguía vivo, por lo que todo el asunto resultaba ser muy irónico. No sé si pueda decirse lo mismo en los tiempos en los que vivimos. Como sea, Satanás y su compañero de cama deciden que la guerra que se ha desatado, les ha dado el motivo adecuado para tratar de conquistar el mundo.
Asimismo, hay muchos temas espinosos que se encubren por su esencia compleja. La censura es uno de ellos. En ese sentido, no solo es curioso sino también irónico que el inconveniente que suscita toda la trama tenga que ver con la libertad de expresión, una cuestión en la que tanto gringos como canadienses comparten la misma opinión y la misma vehemencia para resguardar tal derecho en los residentes de sus respectivas naciones. Y dado que su postura es bien conocida, si eso es lo que realmente defienden, entonces deberían estar dispuestos a llevarlo hasta las ultimas consecuencias. No se puede elegir mayor libertad o lo más apropiado por sobre otra cuestión, simplemente porque no es políticamente correcto. La libertad de expresión significa justamente eso: estar libre de expresar los pensamientos en un foro abierto. Así que, esta película nos manifiesta de manera crítica que la libertad de expresión es verdaderamente libre, siempre y cuando no se ofenda a las masas. También declara que en el mundo de aquellas asociaciones encargadas de establecer las edades a la que va dirigida una cinta, resulta adecuado ver sangre, tripas, intestinos y tejido cerebral (sí, muchas las películas que muestran eso en pantalla, obtienen una calificación para todo publico), pero si de invenciones sacrílegas se trata, la regla dicta que una R o una X es necesaria para ver una obra de ese tipo. En otras palabras, su forma de medir la cuestión es muy absurda.
Igualmente, la creación animada aborda el racismo en las fuerzas armadas y muestra cómo se lavan las mentes estadounidenses cuando existe un conflicto con otra nación. Es decir, no importa que probablemente las dificultades entre los países parezcan nubosas e incomprensibles, muchas personas seguirán la opinión que mantenga su gobierno hasta el final. Se debe seguir una pauta especial como puede ser matar a todos en nombre de la constitución. También hay algunos ataques contra la religión y ser gay y una multitud de temas. Y como escena divertida en particular, destacaría aquella que involucra a Bill Gates.
En cuanto al tema de la censura, a mi entender, si la gente no desea ver algo, siempre tendrá la opción de no hacerlo. Y tampoco tienen el derecho de decirle a los demás que elegir. E incluso, si algún niño (que obviamente es un menor de edad) desea observar esta cinta, encontrará alguna manera de hacerlo. Es decir, los niños suelen imitar lo que ven, especialmente en sus padres.
Prejuicios y suspicacias contra cualquier grupo de personas, esta obra está plagada de lo irónico que resultan ser esos controvertidos temas. A saber, la misma madre que ha desatado la guerra, tiene un hijo adoptado que es canadiense.
Como he mostrado, puede ser extraño leer una reseña de esta película y que aparezcan comentarios sobre política, porque realmente es una obra divertida e incluso puedo confesar que estaba de buen humor cuando terminé de verla; pero debo asegurar que hay más en ella que solo humor.
Lo que intento expresar es que alcanzar una meta más cercano a lo reflexivo, a lo profundo; cuando en general eres más reconocido por ser un tipo que hace bromas sobre flatulencias y se expresa con muchas groserías, es toda una hazaña. Esta producción esta hecha para disfrutar, sin embargo también fue concebida para generar algunas preguntas difíciles de responder y que por lo tanto son interesantes.
Lo que intento expresar es que alcanzar una meta más cercano a lo reflexivo, a lo profundo; cuando en general eres más reconocido por ser un tipo que hace bromas sobre flatulencias y se expresa con muchas groserías, es toda una hazaña. Esta producción esta hecha para disfrutar, sin embargo también fue concebida para generar algunas preguntas difíciles de responder y que por lo tanto son interesantes.
Hay que gozar de la película, aunque también escuchar lo que tiene que enunciar (o mejor dicho vociferar). Es decir, además de todos los improperios, realmente escuchar lo que quiere decir.
A partir de ahí, puedo garantizar que este no suele ser mi tipo de entretenimiento, pero cada uno tiene sus propias filias y yo respeto cada una de ellas.
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