Director: Jonathan Nossiter
Duración: 105 minutos
País: Francia / Grecia
Elenco: Stellan Skarsgård, Charlotte Rampling, Deborah Kara Unger, Dimitris Katalifos, Ashley Remy, Dave Simonds, Arto Apartian, Alexandros Mylonas, Dimitris Kaberidis, Themis Bazaka, Michael Cook, Jake Crumbine, Peggy Gennatiempo, Steven Goldstein, Jeff Hennessy, entre otros.
" Un hombre se permite entrar y salir de una aparente historia de amor con su compañera de muchos años, mientras se encuentra bajo de la influencia de signos y premoniciones."
Realmente no puedo asegurar que esta película deba ser considerada como una obra indispensable para verla antes de que la muerte te alcance (aunque algunos parecen estar seguros de que si), pero al menos es un filme que en lo que respecta a los elementos narrativos con los que aborda la trama es muy distinto a otras producciones, lo que al final se agradece ya que con ella consiguió atrapar toda mi atención y por eso me mantuve viéndola hasta el cierre.
Ahora bien, cabe señalar que es una creación prácticamente desconocida, sino es que podría calificarse como olvidada en la historia del séptimo arte y por ende muy difícil de conseguir. Sin embargo, parece que mis habilidades me han salvado en una ocasión más y pude toparme con ella casi por accidente. Además de que no pude hallar a lo largo de la red una crítica adecuada que pudiera brindarme un poco de luz sobre la manera en que otros la han percibido; no obstante, ciertamente estaba interesado en verla ya que el único dato que tenía a la mano es que se trataba de un thriller, y debo confesar que soy un fiel seguidor de ese género.
En cuanto a la historia, básicamente se centra en un sujeto de mediana edad llamado Alec Fenton quien es un hombre de negocios, una especie de comerciante de productos básicos, que vive en Grecia (en Atenas para ser mas especifico), y que se encuentra felizmente casado con Marjorie, una mujer con quien tiene dos hijos. Sin embargo, el verdadero problema en el argumento se nos muestra cuando conocemos que está manteniendo una tórrida aventura con una bella colega de su oficina de nombre Katherine. Más el relato no solo se trata de un protagonista que parece tenerlo todo, de un individuo que cuenta con la familia y el trabajo casi perfectos; ni tampoco de que sea un marido infiel sino más bien de que el tal Alec en cada momento de su vida suele estar bajo la influencia de poderosos signos y presagios, lo que lo lleva a guiar cada una de las decisiones en su existencia. Finalmente, luego de transcurrir escasos minutos en la pantalla, Alec decide terminar su amorío con Katherine, después de confesarle que está casado.
Solo que ahí no concluye el enredo, más bien está a punto de arrancar. Justo seis meses después de concluir su relación extramarital, se encuentra de manera accidental con su ex amante, mientras está de vacaciones esquiando en el extranjero acompañado de su familia. Para la sorpresa de cualquiera, el tipo decide abandonar a su familia y regresar a Estados Unidos con la atractiva y rubia mujer. Luego, en una conversación posterior con su enamorada se entera de aquella reunión no fue accidental o una coincidencia, fue producto de un plan de la atormentada fémina. Alec una vez más la abandona y se apresura a regresar a Atenas para ver si consigue salvar su dañado matrimonio y recuperar a su familia. Para su mala suerte, a su regreso, descubre que su esposa, que trabaja en la embajada de los Estados Unidos, tiene una relación con un activista político griego cuyo nombre es Andreas.
De tal manera que llegados a este punto de la historia el tercero en discordia, el mentado Andreas se convierte en víctima de una serie de incidentes, cada uno más amenazante que el anterior. Entonces, el argumento se vuelve cada vez más en un asunto intrincado, por lo que advertimos como la búsqueda obsesiva de Alec resulta en el lento y tortuoso desmoronamiento de su mundo aparentemente ordenado.
Y bien, me gustaría dejar claro que no habría que equivocarse al respecto de cómo se aborda o como se debería aproximar a una cinta de este tipo, esta es una de esas creaciones que suelen tener éxito en los festivales cinematográficos, uno de esos proyectos que suelen tildar de forma errónea en mi opinión como cine de arte, que en general no es de mi agrado, pero que en esta ocasión me dejó un buen sabor de boca. Como ya lo había mencionado, al principio utiliza un enfoque de narración muy particular, tanto que ni siquiera parece seguir necesariamente una trama principal. Más adelante se suma un toque de crudeza y realismo al guión, que se pierde en algún punto del mismo y que provoca cierta distancia con los espectadores nuevamente al ser vago y casi de modo desesperado muy metafórico en ocasiones. Dicho de otra manera, se trata de una singular amalgama que se transformó en una película que, por un lado, realiza algunas cuestiones agradables y originales, mientras que por otro no siempre frente a la pantalla se exhibe una cinta sencilla o lo suficientemente digerible para seguir, principalmente debido a su inusual enfoque.
Habría que admitir, que se obtiene más del filme, cuando este se dirige hacia su final. De repente, el drama comienza a desarrollarse mejor y de una manera más atrayente y todo el esquema también termina con una buena nota.
Lo que es realmente complejo es la primera mitad. Probablemente esto se debe en parte a que los personajes no son desarrollados lo suficiente, por lo que es casi inasequible sentir algo por ellos o por lo que están pasando. Este punto mejora de manera significativa en la segunda mitad, cuando yo, el espectador, también logré estar más cercano a los protagonistas y al estilo general de la obra.
Para cerrar, a pesar de sus diversos fallos y lo enmarañado de su trama, es un película hasta cierto punto accesible, lo cual no la convierte en una recomendación en automático de mi parte. Es decir, aun no puedo pensar en alguna buena razón por la que alguien deba verla. Tal vez, solo si se tiene un verdadero amor y pasión por el cine de arte o si se trata de un gran entusiasta de la carrera de Stellan Skarsgård y se desea verlo interpretar un papel principal en una película de habla inglesa (bueno, hay algo de griego también)
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