Director: Lars von Trier
Duración: 140 minutos
País: Dinamarca / Alemania / Holanda / Italia / Estados Unidos / Reino Unido / Francia / Suecia / Finlandia / Islandia / Argentina / Noruega / Taiwan / Bélgica
Elenco: Björk, Catherine Deneuve, David Morse, Peter Stormare, Joel Grey, Cara Seymour, Vladica Kostic, Jean-Marc Barr, Vincent Paterson, Siobhan Fallon Hogan, Zeljko Ivanek, Udo Kier, Jens Albinus, Reathel Bean, Metter Berggreen, entre otros.
" Una mujer originaria del Este de Europa se asienta en Estados Unidos en donde vive en compañía de su pequeño hijo, esperando que la vida en ese lugar sea como ocurre en cualquier película de Hollywood."
Selma es una mujer de nacionalidad checoslovaca que vive en Estados Unidos con su hijo. La joven mujer trabaja en una fábrica y suele aliviar la tensión causada por la monotonía dentro del lugar, creando música con los ritmos que generan los ruidos de las máquinas y toda clase de artilugios que se le vayan ocurriendo en la menta tan ingeniosa que detenta. Suele ocuparse día y noche para conseguir ahorrar una cantidad de dinero aceptable, y con ello permitirle a su hijo una operación destinada únicamente a tratar una enfermedad degenerativa que padece que, de lo contrario, lo dejaría ciego en el futuro. Sin embargo, su propia vista está fallando debido a la misma dolencia. Entonces, cuando su infame vecino, al que ella considera su amigo, le roba el dinero que tanto ha atesorado, Selma termina por asesinarlo de manera accidental, por lo que gracias a ese hecho se enfrenta a perderlo todo.
Ahora bien, antes que cualquier otra cosa debo decir que esta no es mi primera experiencia con el trabajo de Lars von Trier, ni tampoco el estilo dogma por el que se volvió en casi una celebridad tan discutida no es nuevo para mí. Por ello, considero que tomar una actitud de quejoso únicamente contra el estilo bajo el que está concebida la película es una tontería y prefiero juzgarla haciendo uso de la mismas bases con las que suelo hacerlo con cualquier obra.
En ese sentido, me parece que la trama solo debe ser interesante en el papel (me refiero a cómo fue construida en el guión), pero luego de colocar esa historia y desarrollarla en imágenes no deja de ser bastante anodina. Es decir, a lo largo del metraje el relato de la compleja y sufrida vida de Selma se desenvuelve de manera oportuna y razonable, incluso en algún punto hasta se vuelve atractiva, pero todo se diluye cuando alcanza la mitad y da la impresión de que todo no es tan bueno como podría haber sido. Parte de esto se debe a mi juicio a dos cuestiones principales: primero y muy importante es que la protagonista es un personaje prácticamente inmaculado, tanto que casi podrían canonizarla; y en segundo lugar la supuesta tragedia que la envuelve se siente tan simplista y tan inverosímil en grandes porciones de la cinta. Es una lástima, pero se acentúa tanto ese carácter en el proyecto sobre el infausto destino de la mujer, además realizado de maneras que pecan de ingenuas y muy poco elaboradas que al final lo único que consigue es que no logre realmente brillar como una verdadera y sólida historia (como muestra de ello la calma con la que Bill le suplica a Selma que acabe con su vida, para que se entienda mejor a lo que aludo).
Desde luego, esto no quiere decir que sea una película que carezca de emoción, el final incluso rebosa de ese elemento en su estructura, pero como lo he mencionado el método utilizado para aproximarse a ello es poco menos que torpe, lo que en mi caso en alguna escena generó que tuviera la sensación de estar observando alguna parodia y con eso es complicado involucrarse emocionalmente hablando de manera profunda.
Por otro lado, los números musicales como tales, como piezas que deberían sumar al engranaje de la obra, no añaden nada en especifico y terminan por no ayudar a que la película avance, dado que no están cimentados, ni son tan brillantes y fantásticos como seguramente el director creyó que iban a ser. Dicho de otra manera, para tratarse de escenas cuya sustancia principal es la fantasía, la mayoría son bastante comunes y carecen de la chispa y la diversión que todo número musical que se precie de serlo debería poseer.
No sé por qué, pero mientras miraba la cinta me encontré pensando en los números musicales de aquella creación de Woody Allen llamada Everybody Says I Love You (que debe ser uno de los pocos musicales que haya hecho) y recordando lo divertidos y bien diseñados que estaban. En este caso, no agregan mucho a la historia y, mientras que Allen logró que los actores de su proyecto que casi no cantaban, expresaran de forma apropiada sus líneas y consiguió que funcionara, aquí solo queda señalar que algunas son horribles.
Acerca de Björk, quien personifica a la mujer débil y casi ciega que no es otra que la protagonista de la anécdota, realiza un trabajo adecuado. Claro, pasando por alto la naturaleza de mártir de su personaje lleva a cabo una oportuna interpretación, produciendo que la audiencia sienta cierta empatía hacia ella y que la personalidad atormentada resulte admisible en la pantalla. En relación con la prestigiada actriz francesa Catherine Deneuve su labor es aceptable, lamentablemente me parece que es muy poco utilizada y en algún sentido hasta desperdiciada. Además, una gran cantidad de rostros de actores estadounidenses de renombre agregan peso a la cinta, pero no más que eso. Por ejemplo, David Morse es un buen interprete, sin embargo su papel es casi una caricatura y se percibe demasiado alejado en el aspecto emocional. El resto del elenco solo nos regalan trabajos oportunos que solo sirven de apoyo. Finalmente, la mención honorifica se la lleva Peter Stormare que es otro buen actor, pero carajo, no sé a quien se le ocurrió ponerlo a cantar dado que solo queda manifestar que no puede cantar una sola nota.
En conclusión, sin la necesaria vinculación emocional que se debe efectuar con la trama y la posterior identificación en ese mismo apartado que debe concretarse con los personajes principales, la película se vuelve deprimente en lugar de conmovedora. Hasta cierto punto puede volverse un producto de entretenimiento, más allá de que los números musicales no agregan nada de valor a la película. Como suele ocurrir en todos los casos, haya afuera existe mucha gente que vive entusiasmada con el método utilizado en la construcción del filme y la profunda importancia que este guarda en su vida, pero todo ese proceso suele ser común. Todos solemos estar ligados a obras de dudosa calidad y eso no las convierte en obras maestras.
En general, los fanáticos de Björk (como es mi caso) disfrutarán de su música y la trama será suficiente para mantener algún grado de atención; no obstante ¿es realmente tan conmovedora, emocional y sensible como se le califica? ¿Se trata de arte encumbrado, al que solo pueden acceder los elegidos?
Lamentablemente, las respuestas a ambas interrogantes es no.
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