
Directores: Clyde Bruckman/ Buster Keaton
Duración: 74 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Marion Mack, Glen Cavender, Jim Farley, Frederick Vroom, Charles Henry Smith, Frank Barnes, Joe Keaton, Mike Donlin, Tom Nawn, Buster Keaton, entre otros.
" Basándose libremente en un episodio de la guerra civil americana, el robo por parte de unos espías de la Unión de una locomotora sureña, Keaton creó uno de los espectáculos más imaginativos y trepidantes que alguien haya concebido jamás para una película de cualquier género. Johnny Gray es maquinista en un estado del Sur y tiene dos grandes amores: una chica y una locomotora. Al estallar la guerra de secesión, Johnny trata de alistarse, pero el ejército considera que será más útil trabajando en la retaguardia. Sin embargo, Anabelle cree que no va a luchar porque es un cobarde y, por ello, decide rechazarlo. El maquinista sólo podrá demostrar su auténtico valor cuando un comando del Norte infiltrado tras las líneas confederadas le robe "La General" y rapte a Anabelle. Johnny no dudará un segundo en subirse a otra locomotora y perseguir a los yanquis para recuperar a sus dos amadas."
Bajo cualquier perspectiva esta película resulta fascinante. Desde pequeño he oído que estaba entre las grandes de la Historia del Cine y fui alimentando un deseo creciente de verla y formar mi propia opinión, algo que ya he satisfecho, para descubrir la inmensa capacidad de Keaton para encadenar chistes sumamente ingeniosos y divertidos.
Resulta sorprendente cómo en los años 20 del siglo pasado era posible reunir a tantos extras, rodar escenas de acción en exteriores de extrema dificultad y riesgo (saltos entre locomotoras en movimiento, batallas entre ejércitos, persecuciones ferroviarias), y a la vez narrar una historia de dos amores tierna y maravillosa entre el "torpe" Keaton y su máquina, y entre el "tímido" Keaton y la mujer de la que está enamorado.
Con el honor de ser militar de trasfondo, discutible desde mi punto de vista anti-bélico pero comprensible para la época (de hecho los soldados del Norte son ridiculizados, pero enaltecidos los del Sur).
Si alguien me preguntara por qué me gusta el cine, no le contestaría, le robaría una hora y media de su tiempo y contemplaríamos juntos esta genialidad a los acordes del piano. Si aún así me lo volviera a preguntar, dejaría de hablarle para siempre (de cine, obviamente).
De esta cinta se puede afirmar de manera categórica que es uno de esos clásicos que más bien parece haber perdurado en el tiempo, ya sea por el ingenio que esconde o por la simpatía que sabe despertar Buster Keaton con sus personajes hacia el espectador.
La mayor ventaja de la realización, y aunque pueda parecer todo lo contrario, es el hecho de ser totalmente muda, precisamente porque su director sabe jugar con ese factor otorgándole una versatilidad magnífica, además de inundarla de secuencias de lo más divertidas y sorprendentes que plagan el particular viaje de nuestro personaje de un modo increíble, sin contener excesos ni faltas que destaquen más de lo necesario.
En definitiva, una de las mejores comedias que seguramente haya podido dar el cine y, que sin tantos avances como los de hoy en día, consigue un alto grado de complicidad con el espectador haciendo que esta resulte una obra entretenida, encandiladora y verdaderamente recomendable.
Y ahora si me disculpan debo partir, que pierdo el tren.
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