Director: Barry Jenkins
Duración: 111 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Mahershala Ali, Shariff Earp, Duan Sanderson, Alex R. Hibbert, Janelle Monáe, Naomie Harris, Jaden Piner, Herman 'Caheei McGloun, Kamal Ani-Bellow, Keomi Givens, Eddie Blanchard, Rudi Goblen, Ashton Sanders, Edson Jean, Patrick Decile, entre otros.
" Una crónica de la infancia, adolescencia y la paulatina adultez de un joven gay afroamericano que creció en un barrio difícil de Miami."
Esta película bien pudo ser una bocanada de aire fresco para todos aquellos que estamos cansados de esa obsesión que existe en nuestra cultura por etiqueta y categorizarlo todo en un inservible intento por entenderlo. Si no se puede categorizar fácilmente, entonces debe ser algo aterrador y algo a lo que hay que oponerse con fuerza, o es anormal y, por lo tanto, algo que debe ser marginado y discriminado.
El conflicto primordial en la verdadera médula de la cinta, que es una historia sobre alcanzar la madurez por parte de un joven negro en Miami el cual está repleto de pobreza y drogas, es la incapacidad del protagonista del relato para conseguir definirse a sí mismo en términos que su entorno le permita. Ese hombre no encaja en ninguna de las categorías que hay disponibles para él, por lo que se propone forzar la situación para transformarse en una de ellas que parece ser la mejor opción. Su nombre es Chiron, y la cinta nos lo muestra en tres etapas de su vida, retratadas por tres actores diferentes pero estupendos.
A diferencia de las historias basadas en argumentos que encierran grandes eventos dramáticos, esta cinta se percibe más una meditación íntima sobre la experiencia humana. La trama se encuentra enmarcada en las tres partes de la búsqueda de la propia identidad de una persona negra: Chiron, el niño solitario acosado que se convierte en el adolescente problemático, para finalmente transformarse en el hombre que aparentemente se acepta a sí mismo. En el camino de esta búsqueda, su físico atraviesa por una vulnerabilidad patente, pasando en un inicio por una terrible confusión, para llegar a ser un tipo de una fuerza desafiante, pero en cada etapa vivida sigue siendo el mismo niño que no encaja. Solo existen en su vida tres anclas humanas: su inestable madre drogadicta, un vendedor de droga que se convierte en una figura paterna de nombre Juan y su único amigo Kevin, con quien comparte su despertar sexual. Es así que crece y se vuelve una persona que generalmente pronuncia pocas palabras, manteniéndose siempre detrás de un escudo psicológico que carga a todos lados para aliviar el dolor de la des conexión con el mundo que le rodea. En este punto, quisiera destacar que el elenco negro (o de afroamericanos si se desea ser políticamente correcto) consigue desaparecer el elemento evidente de la raza en la narración; lo único queda ante esto es un hombre solitario cuyos dilemas resultan universales y que se halla en el camino hacia una auténtica masculinidad gay.
Si hubiera que usar una etiqueta para el género al que pertenece esta obra, la que mejor se ajustaría a su trama seria la de historias que versan sobre la mayoría de edad, aunque esta historia se centra menos en los sucesos y se concentra más en el ser y en la evolución del mismo. En diversas escenas, nos vemos obligados a compartir cómo Chiron experimenta físicamente ese impulso por ir hacia adelante, por avanzar, por desarrollarse. En ese sentido, el estilo de filmación es clave para transmitir cierta intimidad, con esas tomas cerradas tan detalladas que detenta que radian una sensualidad que casi se puede tocar y que producen una conexión personal con el protagonista.
Además la película está construida a base de un grupo memorable de metáforas y de símbolos. Por mencionar alguno están los ojos de Chiron parecidos a la mirada de un ciervo que reflejan el terror del atacante y el salvador, o una sola lágrima que representa todo un torrente de dolor, o ser acunado sobre el agua como representación de un anhelo de confianza, o la mirada indulgente cuando se da cuenta de que Kevin lo ha traicionado, o aquellos dedos abiertos aferrándose a la arena y deslizándose sobre ella en un instante y experimentar el placer físico al siguiente, o toda aquella joyería pesada como un martirio y que es una insignia de machismo. Se debe agregar un comentario acerca de la exquisita ambigüedad y ambivalencia moral que expresa la paleta de colores del filme, capturado por un trabajo de cámara en mano que transmite un realismo frenético e incertidumbre sobre lo que viene, sobre lo que está esperando a la vuelta de la esquina. Pocas películas recientes cuentan con una narrativa tan subestimada, pero que son poseedoras de una riqueza indudable en cada momento y en cada detalle.
En otras palabras, esta creación tiene más en común con las pinturas impresionistas que con el cine moderno. Está enfocada suavemente en plasmar la imagen y el instante y lo realiza de modo visceral. No se trata de raza, sexualidad o masculinidad; sin embargo, nos lleva a esos espacios para experimentar la película en lugar de simplemente mirar. Desafía las etiquetas holísticas y obliga entonces al compromisos con sus fragmentos. No se puede apreciar esta película como un mero entretenimiento, sino para compartir un viaje a la oscuridad para encontrar finalmente la luz. Como sea, esta cinta desvanece la distancia existente entre ella y otras producciones con una premisa similar. El director creo cierta intimidad al contar la historia de una manera que aprovecha los aspectos más universales y humanos de la misma. Se han visto relatos como este en innumerables ocasiones, pero Jenkins modifica la forma en que se puede percibir su obra, acercando cada elemento, hasta el punto de esperar que exista una vinculación con el personaje principal y así poder descubrir partes de nosotros mismos, nuestras vidas y nuestras experiencias reflejadas en este joven pobre, negro y gay originario de Miami.
Vale la pena observarla. Si bien no es perfecta, resulta auténtica y emocionalmente atractiva por sus adecuadas actuaciones y un buen guión. Eso es más de lo que se puede decir sobre la mayoría de películas del año pasado.
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