Director: Rob Reiner
Duración: 96 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Billy Crystal, Meg Ryan, Carrie Fisher, Bruno Kirby, Steven Ford, Lisa Jane Persky, Michelle Nicastro, Gretchen Palmer, Robert Alan Beuth, David Burdick, Joe Viviani, Harley Jane Kozak, Joseph Hunt, Kevin Rooney, Franc Luz, entre otros.
" Harry y Sally se conocen desde hace muchos años, y son muy buenos amigos, pero temen que el sexo arruine la amistad."
En el año de 1977, Harry Burns y Sally Albright acaban de graduarse de la Universidad de Chicago y se encuentran cuando ambos necesitan a alguien que comparta el viaje de regreso a Nueva York. Durante el recorrido comienzan a discutir sus ideas sobre las relaciones amorosas. Por una parte, Sally cree que es posible que hombres y mujeres disfruten de amores platónicos sin apegos sexuales o románticos; por el otro aparece Harry que no está de acuerdo con ello, alegando que los hombres y las mujeres no pueden ser amigos porque el elemento del sexo siempre se interpone en el camino. Así que, después de llegar a su destino no vuelve a darse ningún contacto entre ellos, pero se encuentran de nuevo por casualidad cinco años después, y nuevamente otros cinco después del debate que mantuvieron en el periplo compartido. La película se centra en el curso de la relación en esa tercera reunión. Además de que, hay una subtrama que trata sobre un romance paralelo entre sus respectivos mejores amigos, Marie y Jess.
En esencia, la cinta es una comedia romántica que posee una pequeña diferencia, si se le compara con el resto de ellas. Esto es, la trama de la obra tradicional de Hollywood del género tiende a centrarse en algún obstáculo que suele impedir que se concrete el amor de la pareja protagonista y el argumento se dedica a contar la historia de cómo ese obstáculo desaparece del camino o simplemente se supera. En este caso, no hay ningún impedimento para el amor que pueda existir entre Harry y Sally, excepto tal vez su negativa a admitir que no existe ninguno. De hecho, la trama resulta mucho menos complicada que la de muchas comedias románticas, y se sabe que es solo cuestión de tiempo antes de que Harry y Sally se terminen enamorando. Esto, por supuesto, plantea una interesante cuestión sobre cuál de los dos tenía la razón en la discusión que provocó el desacuerdo inicial entre ambos. Claro, la respuesta obvia es que fue Harry quien la tenia; ya que Sally y él no lograron seguir siendo solo amigos, por lo cual terminaron yendo a la cama juntos. Sin embargo, de alguna manera, Sally también tenía razón en la tesis que postulaba. Es decir, la amistad y el amor romántico (que tiene que ver con una cuestión que va más allá de la simple atracción sexual) no son dos asuntos tan distintos entre sí como Harry asumió, y el primero puede verse como una condición necesaria, si no conveniente (o suficiente), para que ocurra la segunda.
Pero, lo que realmente distingue a esta película del resto de filmes medianos que Hollywood ha producido a lo largo de los años no son la trama ni las ideas que se discuten en ella, sino lo bien estructurado que resulta su guión y las actuaciones con las que cuenta. Empezaré por considerar la labor de Billy Crystal, otro diminuto neoyorquino judío que comenzó su carrera siendo un comediante de stand-up, y quien siempre me ha parecido una versión más joven y con mejor aspecto que otro diminuto judío nativo de Nueva York que es Woody Allen, y algunas de sus películas a menudo me recuerdan a las del propio comediante. Y se debe agregar que esta cinta parece haber sido influenciada por Annie Hall, que es básicamente otro romance ambientado en Nueva York. Otro rasgo que lo confirma es que el personaje de Harry se desarrolla a través de la película como Alvy Singer (y probablemente de muchas otras representaciones de Woody), aunque es un hombre más seguro de sí mismo y menos neurótico que la mayoría de los personajes de Allen, y quizás en esa misma línea Sally pueda deberle algo a Annie, a quien Diane Keaton le daba vida. Incluso, el uso de una pantalla dividida para mostrar a ambos personajes principales de manera simultanea cuando no están juntos, se puede derivar de la película que ya he mencionado y que es un clásico del género y, por supuesto del cine.
En cuanto al guión, en los créditos se le atribuye oficialmente a Nora Ephron, aunque en realidad parece que gran parte del diálogo que aparece en pantalla fue aportado directamente de las mentes de Crystal y el director Rob Reiner, quien además es un amigo cercano del actor, y algunos de los incidentes que aparecen en ella se basaron en acontecimientos de la vida del realizador.
La escena más famosa de la película, es por supuesto, la del resturante donde Meg Ryan simula tener un orgasmo; el restaurante en cuestión es el Katz's Deli ubicado en Manhattan, es un establecimiento que obviamente existe, y ha marcado con una inscripción conmemorativa la mesa donde se filmó esa escena. También, hay en ella toda clase de diálogos muy divertidos, en gran medida muy cercanos a los estándares de Woody. Por ejemplo aquella que expresa Sally: Harry, puede que no creas esto pero nunca consideré no acostarme contigo un sacrificio.
Es más, es tanto el ingenio y la chispa que desprenden Crystal y Ryan como protagonistas del relato, que uno pasa por alto la diferencia de edad entre ellos. Y es que se supone que los personajes son contemporáneos, pero en realidad Crystal es trece años mayor que Ryan. Es extraño que Ryan no fuera la primera opción para interpretar a Sally, aparentemente lo fue Susan Dey, mientras que el nombre de Ryan aparecia en la lista de Reiner en los últimos lugares. No obstante de que Meg había interpretado a la protagonista femenina de algunas películas anteriores, esta fue la que realmente la convirtió en una estrella, y la llevó a convertirse en una de las dos grandes reinas de comedias románticas de Hollywood de los noventa. La otra, fue Julia Roberts. Luego la propia Ryan trabajaría junto a Ephron en dos de sus futuros proyectos, Sleepless in Seattle y You've Got Mail.
Ahora bien, deseo centrarme en el personaje de Sally, quien es una chica encantadora, casi angelical, aunque goza de sus propias excentricidades. Además de su tendencia a fingir orgasmos en lugares inapropiados, puede ser terriblemente exigente con su comida, lo que lleva a Harry a calificarla como una mujer de alto rendimiento. Y parece ser que la película se volvió aparentemente como la responsable de popularizar ese término en particular, aunque me parece que Harry usa la frase para manifestar que Sally exige mucha atención, no como se usa a menudo en la actualidad, para tratar de señalar que ella exige que gaste mucho dinero en su persona.
En fin, es una película que no calificaría con una puntuación tan alta como si lo haría con la mencionada Annie Hall, solo que hay que admitirlo, muy pocas películas pueden alcanzar el nivel de Woody en su mejor momento.
Es simple, esta cinta es sin duda una de las mejores comedias románticas de los años ochenta (y tal vez de la historia). Y voy más lejos, es probablemente mi favorita.
Me voy, no sé cómo no había escrito acerca de ella hasta ahora. Qué desperdicio.
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