Director: Michael Mann
Duración: 120 minutos
País: Estados Unidos
Elenco: Tom Cruise, Jamie Foxx, Jada Pinkett Smith, Mark Ruffalo, Peter Berg, Bruce McGill, Irma P. Hall, Barry Shabaka Henley, Richard T. Jones, Klea Scott, Bodhi Elfman, Debi Mazar, Javier Bardem, Emilio Rivera, Jamie McBride, entre otros.
" El conductor de un taxi se transforma en el rehén de un comprometido asesino a sueldo, después de que sus caminos se cruzan y el peligroso hombre lo captura para realizar una serie de asesinatos durante una noche en Los Ángeles."
Max Durocher es un taxista que vive en Los Ángeles, quien después de dejar en su destino a su última pasajera, recoge a un hombre llamado Vincent, el cual le asegura al amable conductor que se encuentra en la ciudad para organizar un negocio. Como dicha tarea le obligará a realizar cinco paradas en cinco lugares diferentes, le pide a Max que sea su chófer personal durante esa noche. Llegados a este punto, cabe hacer un breve paréntesis, ya que según el director Michael Mann la acción de su película se lleva a cabo en una sola noche, entre las 6:30 p.m. y las 5:40 a.m.
Y aunque la petición va en contra de las normas establecidas en su empleo, Max acepta a regañadientes, luego de que Vincent le ofrece pagar el doble de sus ganancias nocturnas habituales.
La primera de las paradas ocurre en un edificio repleto de viviendas. En ese lugar, mientras Max está esperando afuera, un cuerpo cae directamente en la cabina de su vehículo, el cual se viene a tierra desde una ventana ubicada en la parte superior del inmueble. Entonces, finalmente se da cuenta de que Vincent le disparó al hombre, pero no puede escapar y se ve obligado a ayudar al criminal a esconder el cuerpo en la cajuela del auto.
De tal manera que el misterio se revela: resulta que Vincent es un asesino a sueldo, y que su verdadera motivación para estar en la ciudad, es liquidar a cinco personas, un grupo de testigos potenciales, o que están relacionados con un proceso que el Departamento de Justicia está preparando contra una pandilla criminal local. Por lo cual, el incauto conductor se ve obligado a trasladar al violento hombre al resto de sus destinos, mientra se propone eliminar a sus objetivos.
Ahora bien, después de la breve pero casi estéril presentación de la trama de este filme, debo confesar que en mi caso me parece una obra sobre la cual siempre he tenido sensaciones encontradas. Es decir, por un lado, hay muchos elementos que mencionar que son dignos de un aplauso. Incluso, algunos de esos elementos la llevaron a ser considerada como un ejemplo perfecto de lo que es el cine neo-noir, el equivalente contemporáneo de las cintas clásicas de cine negro que se realizaron en los años cuarenta y cincuenta. En lo que a mi respecta, no estoy tan seguro de estar de acuerdo con dicha descripción, ya que a mi entender carecer de muchas de esas características clásicas del género, como una trama compleja y un tono de cinismo y ambigüedad moral que son la esencia del mismo.
Dicho de otra manera, en muchos sentidos, es una historia sencilla con una moralidad que podría calificarse como maniquea, en donde los personajes aparecen bien delimitados desde un principio entre buenos y malos.
Sin embargo, si comparte una pieza fundamental con muchas películas noir y neo-noir: una poderosa sensación de atmósfera evocada por la dramática fotografía de Mann que versa sobre los paisajes urbanos de una metrópolis como Los Ángeles. Por lo cual la sencilla historia se ve envuelta en un ambiente nocturno y una combinación de colores dominada por azules oscuros, grises y algunos blancos.
Otro aspecto que destacaría son las actuaciones. En lo que toca a Jamie Foxx fue nominado por su labor en esta producción por mejor actor de reparto, aunque el papel de Max más bien cuenta con tanto peso dentro de la historia, que debió ser reconocido en un nivel más alto que solo ser una interpretación de mero apoyo. Desde luego, se presume que ocurrió de esa forma para que Foxx pudiera recibir dos nominaciones en un año; este fue, por supuesto, el momento en el que ganó el premio al mejor actor por su interpretación como Ray Charles en la cinta Ray.
A mi juicio, la caracterización que hace de su personaje es más profunda que lo que se suele ver en muchos thrillers de la época. En ese sentido, el director mencionó que el tema general de su filme es el choque de creencias, entre los dos personajes principales. De alguna manera Max es ese clásico personaje de obras de ese tipo, el pequeño hombre que, accidentalmente, y sin tener culpa de nada, se encuentra de repente en pleno centro de un acto criminal. Se trata de un hombre conservador, cauteloso y minucioso, al que le disgustan profundamente los cambios que puedan darse en su rutina que ya tiene más que establecida. Así que, nos enteramos a lo largo de la historia que durante mucho tiempo ha mirado con buenos ojos la idea de crear su propia compañía de limusinas, pero nunca ha hecho nada para concretarla, dado que está convencido que el proyecto necesita una planificación y preparación muy cuidadosas. También conocemos que es un hijo devoto, luego de que visita a su exigente madre (por supuesto con la asistencia de Vincent) quien se encuentra hospitalizada, lo cual jugará un papel importante en la trama a largo plazo.
En comparación, Vincent está orgulloso de vivir el momento y de la enorme capacidad que posee para adaptarse e improvisar. Incluso se burla de Max por su supuesta falta de iniciativa en la vida. No obstante, se vuelve irónico que en algún punto es Max el que se transforma en un planificador cauteloso, presionado por las circunstancias a improvisar, pensar y resolver rápidamente, mientras trata de manera desesperada en hallar una forma en que puede frustrar los planes de su captor.
Habría que decir también que si la película es notable es por el hecho de tener la oportunidad de ver a Tom Cruise dando vida a un villano, algo que sabemos rara vez ha representado en su larga carrera; en la mayoría del resto de sus papeles o ha interpretado a un personaje simpático o uno heroico. Sin embargo, aunque hace de Vincent un villano fresco y elegante, al mismo tiempo que despiadado y siniestro, no recibió nominación alguna. De hecho, Cruise parece no ser uno de los actores favoritos de la academia. Añadiría a esto que en el transcurso de su carrera recibió tres nominaciones, pero jamás ha ganado, y algunas de sus mejores actuaciones (Rain Man, Eyes Wide Shut y alguna otra) fueron pasadas por alto completamente. Quizás su apoyo a la Cienciología sea la culpable.
A pesar de las diferencias obvias entre los protagonistas, Foxx y Cruise son capaces de sugerir con su trabajo que entre ambos puede darse una relación curiosa de empatía, al borde de la amistad, que va creciendo entre ellos, aunque somos conscientes de que su relación está destinada a terminar con la muerte de uno o del otro.
Finalmente, lo que siempre me ha parecido irritante de este filme es el evidente uso y hasta abuso que hace del recurso llamado deus ex machina, de una manera tal que genera que la trama pareciera tensar su propia verosimilitud, luego de que acontece el punto de quiebre en la narrativa. Y entonces empieza a aparecer lo que yo llamo un exceso de confianza en la coincidencia. Por ejemplo, el hecho de que el objetivo final de Vincent sea la abogada que dada la enorme casualidad había sido aquella pasajera anterior de Max, se huele a kilómetros a la mitad del metraje. Pero ahí no acaba la cosa con mi incredulidad, lo que me parece aún más fundamental en el relato, es que me resulta difícil creer que un asesino de ese tipo, se ocuparía de sus tareas de eliminar gente de la manera en la que se muestra en esta cinta. Por ese motivo, la historia que le sirve a Vincent como supuesta portada se vuelve una estupidez en automático; es decir, un hombre de negocios que intenta montar un acuerdo en el asunto de las bienes raíces, sin duda acudiría a las oficinas ubicadas en el centro de la ciudad en horas normales de trabajo, no por la noche a domicilios enclavados en zonas residenciales o en barrios de la clase trabajadora. Y así podría continuar citando diversos ejemplos ligados a este concepto, pero no quiero arruinar la experiencia con más spoilers de los que ya he regalado en este ocasión. Solamente considero que es casi imposible creer en los motivos y las acciones de este personaje, ya que me parece que la suya es una profesión en la que cada uno de sus movimientos debería planearse de forma meticulosa si él y aquellos que lo contrataron no deseaban terminar en el corredor de la muerte.
En suma, no me queda más que expresar que es un filme elegante, que te sumerge en una atmósfera opresiva, que es una obra bien actuada, pero al final de todo atesora una historia que no me parece muy creíble y ese es uno, en mi opinión, de los peores desperfectos con los que puede contar un ejercicio cinematográfico.
Sin embargo, supongo que, bien podría decirse lo mismo de algunas películas de cine negro que hoy se consideran clásicas. Habrá que seguir reflexionando sobre ello.
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