
Director: Catherine Hardwicke
Duración: 107 minutos
País: Estados Unidos/Alemania
Reparto: John Robinson, Emile Hirsch, Rebecca De Mornay, William Mapother, Julio Oscar Mechoso, Victor Rasuk, Nikki Reed, Heath Ledger, Vincent Laresca, Brian Zarate, Pablo Schreiber, Elden Henson, Michael Angarano, Mitch Hedberg, Benjamin Nurick, entre otros.
" Basada en hechos reales, narra la historia de los legendarios Z-Boys, un grupo de jóvenes surferos y skaters del barrio de Dogtown, en Los Angeles, concretamente en la playa de Venice en los años 70. Cuando los Z-Boys llevaron el arte de la patineta a las piscinas vacías de las casas, se convirtieron en una leyenda californiana."
Catherine Hardwicke volvió a confiar en jóvenes, como ya había ocurrido antes en su filmografía, para protagonizar esta película centrada en los comienzos del skate tal y como lo conocemos ahora.
La directora detalla de manera correcta la vida de los creadores de esta actividad urbana, y su forma de vida en los años 70. En los papeles principales vemos a John Robinson como Stacy Peralta; Emile Hirsch, actor de un nivel aceptable con algunas propuestas regulares a sus espaldas da vida a Jay Adams y Victor Rasuk interpreta al tercer integrante de nombre Tony Alva. También los acompañan el reconocido Heath Ledger y Nikki Reed, quien fue guionista de otra de las obras de Hardwiche, que dicho sea de paso aquel guión era autobiográfico.
Una película que inicia de una manera desordenada, pero que va tomando forma conforme desaparece ese caos de la apertura. Aunque en realidad el mencionado desbarajuste permite introducir saltos temporales sin que molesten a quien la esté observando.
Debo decir que a mi realmente no me gusta nada el mundo y todo lo que esté relacionado con las patinetas, así que en algún punto pensé que está película seguramente me iba a aburrir, pero resulto ser muy disfrutable. Los personajes son muy reales y el drama es verdaderamente intenso. También, las escenas donde vemos a cada uno de los protagonistas realizar sus trucos son bastante impresionantes y bien filmadas, inclusive en ciertas escenas en las que considero se alargaron más de lo necesario. De hecho, el guión cae en muchos lugares comunes y por lo tanto es muy predecible; no obstante eso no le resta simpatía a diversas secuencias. Fue escrito por Stacy Peralta, quien vivió realmente lo que se esta contando en este proyecto.
Aunque existió mucha controversia respecto a si la película retrata con exactitud Dogtown y a los denominados Z-Boys, creo que eso no la intención de esta obra. Si alguien se llega a sentir insatisfecho respecto a lo que aquí se cuenta, sólo bastaría con mirar el documental del mentado Peralta sobre los temas antes mencionados. Este filme sólo tiene la intención de entretener y personalmente lo logró conmigo.
La historia que nos cuenta sigue de cerca el ascenso y la inevitable caída del equipo, trasportándonos como espectadores con precisión por ese viaje y lo hace poniendo énfasis en el desarrollo del carácter de cada uno de los protagonistas. En ese sentido la directora realiza una labor excepcional al recrear la atmósfera de los años 70, tanto que en cierto momento resulta difícil asegurar que no son imágenes de archivo lo que está apareciendo en pantalla. La película fue confeccionada de manera excepcional y eso se debe a que no está tocada por las manos del Dios Hollywood, esto es: no se enfoca en profundizar relaciones poco realistas y no se en análisis insoportables de naturaleza social. En cambio, se mueve lo suficientemente rápido como para que no se convierta en un producto aburrido, ya que muchas escenas en las que los adolescentes aparecen patinando eran potencialmente aburridas y es que como audiencia no quedaba mucho por hacer ahí, tal vez aplaudir.
Como sea, en esas escenas, Hardwicke a mi entender las manejó muy bien. Nunca en mi vida me imaginé que vería una película de skaters, pero en esta ocasión si me divertí y me alegré contemplando las aventuras de los Amos de Dogtown.
Me voy, tengo que ir a escuchar completa, su magnífica banda sonora.
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