
Director: Martin Scorsese
Duración: 178 minutos
País: Estados Unidos/Francia
Reparto: Robert De Niro, Sharon Stone, Joe Pesci, James Woods, Frank Vincent, Pasquale Cajano, Kevin Pollak, Don Rickles, Vinny Vella, Alan King, L.Q. Jones, Dick Smothers, Joseph Rigano, John Bloom, Melissa Prophet, entre otros.
" Las Vegas, 1973, Sam 'Ace' Rothstein, un profesional de las apuestas en carreras de caballos, es elegido por un grupo de mafiosos como director de un importante casino. Su misión es controlar el funcionamiento del negocio, y asegurar que la corriente de dinero que va a parar a manos de sus jefes siga fluyendo. Las Vegas es una ciudad que brilla con luz propia; un lugar ideal para millonarios y políticos, pero es también lugar de paso de jugadores de bajos fondos, prestamistas, traficantes de drogas y matones."
Aunque no pueda ser tomada como la segunda parte de 'Goodfellas', esta película es una continuación de esos chicos de la calle que, por una vez en la vida, toman las riendas de una ciudad soñada: Las Vegas.
En si, esta cinta narra la transición entre dos mafias: la que dió origen a esa luminosa ciudad, hasta que las multinacionales, y con ellos los jubilados toman el relevo a esta gente de gatillo aún más rápido que un crupier con las cartas.
El genio de Scorsese vuelve a brillar con más esplendor que los neones que dan carácter a esta capital del juego. Uno de los planos iniciales ilustra un poco la intención de este autor: un plano aéreo de la ciudad se dibuja en una noche oscura; las muy famosas luces iluminan sus calles, el plano continua su avance sumergiéndonos en la lobreguez, en ese desierto que guarda más de un secreto.
Para eso, seguimos los altibajos de 'Ace' Rothstein, un apostador profesional, casi un científico que puede hacer variar los pronósticos de todo el país; pero que hace una única apuesta mala: enamorarse de Ginger. Sobre esa historia de amor, el bisturí de Scorsese va cortando sin perder detalle, en ocasiones con una violencia áspera, todo el complicado engranaje sobre el que se sustentan estos centros de juego.
Como siempre, va bien escoltado. El guión es de Nicholas Pileggi (quien coescribiera Goodfellas) y Scorsese; la fotografía, luminosa pero dramática de Robert Richardson (director de ese aspecto en la mayoría de los proyectos de Oliver Stone); el fantástico montaje de su colaboradora más fiel Thelma Schoonmaker (están hechos el uno para el otro); la selección musical la realizar el propio Scorsese (sólo él y Kubrick tienen el poder de ajustar tan bien la banda sonora a la película); y los títulos el último trabajo de Simon Bass.
Un punto y aparte es el reparto, gran parte de él tomado en las mismas Vegas donde rodaba. ¿Qué decir del trío protagonista?
La altura del tándem: Scorsese, De Niro y Pesci ya la conocíamos de otras obras maestras; aquí vuelven a jugar fuerte y salen ganando la apuesta con todos los honores. Es fascinante ver como Pesci, que en otras películas está insufrible, con Scorsese su energía está más que redimida. El papel estaba hecho a su medida.
Pero esta cima tine un nuevo huésped, la señora Sharon Stone. Su interpretación es desgarradora, sentida, casi no interpreta, ella es Ginger, una buscona fascinante, enamorada del dinero y de un hombre equivocado (un proxeneta magníficamente interpretado por James Woods), encerrada en una jaula de oro por 'Ace', pero sin olvidar en ningún momento ese ritmo que la lleva a la autodestrucción.
En definitiva, este filme es esa mirada lúcida de un gran autor a un mundo que ya no existe, pero que con esta obra maestra queda para siempre grabada en nuestras retinas.
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