Director: James William Guercio
Duración: 114 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Robert Blake, Billy Green Bush, Mitch Ryan, Jeannine Riley, Elisha Cook Jr., Royal Dano, Hawk Wolinski, Peter Cetera, Terry Kath, Lee Loughnane, Walter Parazaider, Joe Samsil, Jason Clark, Michael Butler, Susan Forristal, entre otros.
" John Wintergreen es un policía de carretera de Arizona que está cansado de hacer sus rondas en motocicleta. Le gustaría ser detective. Su oportunidad llega cuando él y su compañero encuentran un cadáver. Parece un suicidio, pero Wintergreen opina que se trata de un homicidio."
Una de esas películas que podría calificar de desconocidas y que al mismo tiempo cuando menos lo esperaba la descubro e inmediatamente pasa a formar parte de mis elegidas. Una cinta olvidada completamente y me atrevo a señalar que de manera injusta.
Se centra en las vivencias de John Wintergreen, un aplicado y corto de estatura policía que labora en la carretera de Arizona, que cumple sus funciones subido a una Electra Glide de la marca Harley Davidson (de ahí el título). Dicho trabajo el agente de la ley lo ve como algo pasajero y aburrido, ya que en realidad lo que el anhela es un ascenso al departamento de homicidios, como detective. Mientras continua soñando, patrulla las desérticas carreteras con o sin compañía, lleno de inconformidad, tentado por la melancolía y con unas ilusiones que por su forma de interpretarlas, parecen de niño de 6 años. Lo monótono de su existencia y su trabajo se verá interrumpido por la muerte de un hombre al que conoce y que presuntamente se ha suicidado.
Un proyecto dirigido de manera sorpresiva por un hombre cuya reputación era muy grande, sólo que dicho prestigio se lo había ganado como productor musical, entre otros de la gran banda Chicago. Por ello vemos al cantante y bajista del mencionado grupo Peter Cetera dando vida a un personaje con cierta trascendencia dentro del filme: un sospechoso de asesinato. Sí, se que todo esto suena extraño, como no deja de ser peculiar la calidad de esta creación cinematográfica con aroma a varios maestros del western.
Porque tiene ciertos toques que la convierten en un ejercicio muy especial, maneras de narrar que la hacen distinta, formas muy singulares de desarrollarse y muchas escenas puramente cinematográficas que aman los detalles. Eso se puede ejemplificar con el inicio en que el se hace uso constante del zoom o en su fotografía que se esmera en mostrarnos los lugares más desérticos de Arizona e incluso lo realiza en el final que es uno de los mejores, de los más estéticos e inclusive de lo más duros que yo haya podido apreciar en una pantalla.
Cabe destacar también la interpretación de Blake que se transforma realmente en un policía de pies a cabeza que es un ser desgraciado por no encontrar su lugar en el mundo, además de que suele estar rodeado de personas que parecen compartir su rutinario estilo de vida.
Una cinta que es dura como el asfalto, triste como las carreteras del desierto y que ningún amante del cine debe dejarla escapar.
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