
Director: Stuart Rosenberg
Duración: 126 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Paul Newman, George Kennedy, J. D. Cannon, Lou Antonio, Robert Drivas, Strother Martin, Jo Van Fleet, Clifton James, Morgan Woodward, Luke Askew, Marc Cavell, Richard Davalos, Robert Donner, Warren Finnerty, Dennis Hopper, entre otros.
" El impulsivo Luke ha sido condenado a dos años de trabajos forzados. Su delito fue romper en plena borrachera los postes de algunos parquimetros. La vida en el penal es durísima, con compañeros castigados a penas mucho mayores, y la violencia, en presos y carceleros, un hábito del que nadie puede prescindir. Luke, veterano de guerra, no está dispuesto a ceder. Pero tendrá que pagar un precio por su pretensión de seguir siendo él mismo."
Una de las mejores películas carcelarias que se han filmado. En esta cinta es el gran Paul Newman quien da cuerpo al personaje de Luke, un héroe de guerra que no encuentra su lugar tras la vuelta a casa. El director imprime un ritmo pausado y encadena los pequeños sucesos que acontecen en aquella zanja de manera elegante y acertada.
Hay planos hermosos que nunca se olvidan, aquella gorra azul repleta de huevos duros que traspasa una valla con alambre de púas, el estómago redondeado de Luke, los lentes de sol del Jefe o el cachondeo que transpira toda la película, en especial ese maravilloso lavado de coche. Uno de los cuerpos más increíbles y con menos silicón que se ha visto en la historia del cine.
El comienzo del filme con la palabra "violation" apareciendo en un tono rojo de prohibición anticipa al espectador, a pesar del inocente comportamiento de Luke, una película dura pero a la vez tierna. Y vaya que lo es.
Un hombre entra a prisión con una condena de dos años por destruir propiedad pública (parquímetros), lo que parece un castigo excesivo teniendo en cuenta que ha sido condecorado por su desempeño favorable en la guerra.
Al final, los parquímetros se convierten en cadenas y los castigos adquieren proporciones biblícas. Los llamados 'Jefes' no son en exceso brutales y comparándolos con los retratos filmados en la actualidad, podría decirse que tienen su punto de amabilidad. No interfieren en los asuntos de los presos y sus reglas son sencillas.
En este reducido contexto Rosenberg levanta una película maravillosa, con un Paul Newman en estado de gracia (como casi siempre) y arropado por unos actores secundarios de lujo, encumbrando al género carcelario un peldaño más en la gran pirámide que es el cine.
Película inolvidable por las secuencias que muestra: los 50 huevos duros, la partida de poker, el lavado de coche, el combate de boxeo, las carreras, los díalogos sobre mujeres, los rastrillos que suben y bajan sin fin.
Obra clásica de la lucha por la libertad y contra la opresión. Una película que se torna en rebeldía.
Comentarios