Autodestrucción

Hoy... hoy no debí levantarme jamás de la cama. Fue un día pésimo y me siento muy triste en estos momentos, hasta la persona que menos pensaba que me podría lastimar, lo hizo hace poco. Estoy en su casa, y en su cama para ser más exactos, ella está boca arriba mirando hacia el techo, yo mientras tanto tengo recargada la cabeza en la pared y mi espalda es detenida por algunas almohadas.

Desde que nos vimos dieron inicio las discusiones; primero en cuando se suponía fuimos a comer y al final no ocurrió, yo esperaba mucho el instante de verla como siempre. Es extraño que cuando salgo de mi seminario sólo estoy divagando y haciéndome ilusiones, planes junto con ella a largo plazo. Ahora ya no estoy seguro de si eso sucederá.

La temática de mi clase es básicamente la familia, por obvias razones no se puede dejar fuera a la pareja ya que es el cimiento de esa institución.

Ahora mismo ella dobla y guarda su ropa, tal vez se sienta ignorada por mi que estoy escribiendo con gran entusiasmo, como usualmente suelo hacerlo. Lloré bastante al darme cuenta de que es capaz de cualquier cosa en el estado de cólera, casi como todo ser humano y es una emoción que aún tengo atorada.

No sé que me pasa, debería irme ya y mandarlo todo al demonio. No sólo me refiero a mi idilio sino a todo en lo que participo en la vida: la escuela, la familia, los pocos amigos y los muchos conocidos que me rodean. Hoy estoy muy decepcionado. En parte por lo que sucedió con 'azul' pero también porque cada vez me siento menos capaz de afrontar ciertos retos.

Me siento muy débil otra vez... traicionado, decepcionado, triste, molesto... demasiadas emociones negativas que no sé en dónde canalizar.

Vuelvo a escribir porque pienso y siento que es lo mejor que puedo hacer, no puedo mirar al mañana sin estar completamente bien hoy.

De lo que ella me hizo solo puedo decir que me sentí humillado, siento que me expuso, que en verdad nunca me respetó, que enojada puede ser capaz de todo.

Hoy me dí cuenta del lado que todos tratamos de esconder, el que todos escondemos y no me gustó. No me gustó porque rompimos promesas y traicionamos la confianza que decíamos tenernos. Esta noche simplemente algo se resquebrajó en mi interior. Quizá era el punto al que tenía que llegar esto después de tanta ebullición: a la autodestrucción.