Este día que está a punto de terminar (ya que son las 11:55 p.m.) ha sido totalmente como una pesadilla, como un mal sueño del que pronto deseo despertar. Por obvias razones, lo que ocurre con mi mamá es de vital importancia, lo demás siempre quedará en un segundo plano.
Este día fue raro porque de cierta forma percibí de nuevo que fueron 2 días diferentes en uno solo, lo cual no es verdad.
La primera parte del día, que fue desde que me levanté hasta alrededor de las 2 de la tarde fue de mucha presión, tuve un percance con una tipa en la estancia y después me acusó por falta de responsabilidad con mis pacientes y qué bueno que lo hizo, así me di cuenta de la clase de ser que es en realidad. Para mí su falta de ética y su inagotable ardidez, son peores que de lo que ella me acusa, puesto que el paciente del que hablamos es una verdadera "fichita". Hago esta aseveración porque dudo que alguien pueda controlarle, es más, ni la misma "Licenciada Hernández" podría lograrlo.
Estaba tan concentrado en el incidente que jamás imaginé lo que sucedía en mi casa, a pesar de que en la mañana cuando me llevó al hospital, mi papá me comentó sobre el malestar de mi madre: un dolor agudo en el abdomen. Al cual no le dí la real magnitud.
Muy sereno llegué a casa pensando en mi cita con Lala como cada sábado y en el altercado ya comentado. No sabía que mis pensamientos cambiarían tan rápido al enterarme de que mi amada madre estaba hospitalizada.
Desde ese instante ya nada fue igual, mis pensamientos sólo giraban en torno a ella. Ví a Lala a las 4 de la tarde y le comenté todo lo sucedido, me sugirió que llamáramos a mi padre para obtener más datos. Lo hice, para enterarme de que iba a ser operada en pocas horas.
Mi angustia crecía a cada minuto y sin embargo el "show" debía continuar, con mi compañía la señorita que ocupa mi corazón, adquirió un artículo de uso común. Regresamos a mi casa para que la frustración terminara venciéndome, mientras tanto lograba escuchar arriba el llanto de mi hermana, junto con la voz de mi padre que se quebraba y cada vez entendía menos, preocupándome más.
Fui consolado por mi compañera y poco después "el autor de mis días" nos dijo todo lo que sabía, sus ojos estaban muy irritados debido al llanto, nos manifestó que había estado llorando porque la vida de mi señora se encontraba en peligro. Esas palabras me hicieron especular en distintas consecuencias de lo que podía pasar, luego me di cuenta que eso no importaba, lo trascendental era que iba a pasar si ya no la veía más, su ausencia era el punto con más significación.
Acudimos a la clínica donde una tía muy cercana a mi madre, me dijo unas palabras que me fortalecieron: "Mi hermana es muy fuerte, incluso suele serlo en exceso...". Lo que siempre he pensado es que quizá soporta tanto sufrimiento porque está convencida que es parte del designio de Dios sobre sus "amados hijos". Creencia muy adversa. Ya estando en el sanatorio, supimos que había salido de la operación con éxito y el alma me regresó al cuerpo, apoyado en todo momento por Lala que nunca soltó mi mano. Alrededor de las 9:30 p.m. la subirían a un cuarto para su recuperación.
Nos retiramos para comprar comida para mis hermanos y para venir por mi hermana que con anterioridad se había ofrecido a hacerle companía a mi mamá. La llevamos a ese lugar, mi progenitor le dió todas las indicaciones para que todo saliera conforme a lo planeado. Mis tíos que aún continuaban ahí, decidieron al fin marcharse para descansar; mi hermana se quedó en ese sitio para vigilar de cerca a quién este día nos ha mortificado bastante.
Finalmente, "El contador", Lala y yo, fuimos a cenar. Las horas del día se habían acortado de manera rotunda y por el momento no hay mucho que hacer más que esperar, rezarle a Dios para que mi madre se recupere pronto, para que se encuentre mejor y poder tenerla de vuelta en casa.
Este día he repasado momentos vividos con ella, que me pasan como imágenes en movimiento constante, desde los que sólo ví en fotos y que no recuerdo, hasta lo último que ocurrió que fue la conversación que sostuvimos anoche.
Es una mujer muy fuerte, creo que eso lo heredé de ella. Cuando hablo de fortaleza, recuerdo una hermosa anécdota con ella: En una ocasión después de superar mis tantos fracasos escolares me preguntó ¿Cómo le hiciste para salir de eso?... no le respondí nada, ahora si sé que le diría. Diría que con fuerza de voluntad, con ganas de salir adelante, lo cual caracteriza a esa bella mujer, lo cual le aprendí.
Es irónico que cuando la muerte está rondando a algún ser querido, te das cuenta de lo que sientes por él , aunque yo siempre la amaré porque no sólo es mi madre sino la primera mujer que siempre me ha apoyado y la primera que creyó en mi, la que está orgullosa de "su psicólogo" y yo lo estoy de que ella sea mi madre. Por eso te amo mamá.
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