La paciencia no es la capacidad de esperar, sino la capacidad de mantener una buena actitud mientras se espera.
Necesitamos aprender a disfrutar donde nos hallamos, mientras permanecemos en el camino hacia donde nos dirigimos.
Muchas veces, de tanto esperar se nos pasa inadvertida la vida y perdemos lo esencial de ella: disfrutar.
A veces en el ocaso y la desesperanza viene la incertidumbre, sin embargo si nos aferramos a la buena paciencia, no así al orgullo de manejar el tiempo por nosotros mismos, podriamos obtener mejores resultados.
He aprendido en la vida que todo lo que vivamente imaginamos, ardientemente deseamos, sinceramente creemos y entusiastamente aprendemos, inevitablemente sucederá; en algún tiempo, en algún espacio, con algún protagonista.
No programemos tanto la vida pues nadie sabe si con todo el oro del mundo la vida misma nos enseñe, que no somos dueños de nosotros mismos, alguien más nos gobierna.
Comentarios