
Director: Steven Spielberg
Duración: 195 minutos
País: Estados Unidos
Actores: Liam Neeson, Ben Kingsley, Ralph Fiennes, Caroline Goodall, Jonathan Sagall, Embeth Davidtz, Malgoscha Gebel, Shmuel Levy, Mark Ivanir, Béatrice Macola, Andrzej Seweryn, Friedrich von Thun, entre otros.
Esta película biográfica cuenta la historia de Oskar Schindler, un empresario alemán que salvó las vidas de un millar de judíos polacos durante el Holocausto. Está basada en la novela 'El arca de Schindler' escrita por Thomas Keneally.
Es una cinta que ha recibido tanto gran número de premios, como igual cantidad de críticas, muchas de ellas por la manera de mostrar eventos históricos de un modo simplista. Lo cierto es que hay que reconocerle a Spielberg (que trabajó en el proyecto durante diez años) que con 'La Lista' creo su única película necesaria, soberbia y hermosa en mi particular punto de vista. Demostrando que si se lo propone, puede crear obras de absoluta calidad.
Spielberg aprendió del genocidio judío de sus abuelos, quien, según dijo él mismo, constantemente hablaban del tema sin que ellos hubieran sido afectados personalmente. Su origen judío y el nazismo han sido elementos que siempre han obsesionado al director que muchos tachamos de 'generador de productos absolutamente comerciales' y para comprobarlo sólo hay que ver Munich o algunas partes de Indiana Jones. Sin embargo, en esta cinta realizó su obra más catártica, el fin de una etapa de su carrera, la muestra de que sus miedos y obsesiones habían madurado, y que en cierto modo se enfrentaba a ellos.
Dirige la cinta con una maestría insuperable, con el control y planificación requeridas. En este caso se olvida del sentimentalismo barato que muchos criticamos.
No cabe duda que creó un producto totalmente lírico sobre el horror y la demencia del hombre, un grandioso canto a la vida, a la esperanza depositada en la luz por encima de la oscuridad. Si soy sincero no era hasta hoy una producción que yo disfrutara completamente, no obstante esta tarde al volver a apreciarle me he encontrado con una grata sorpresa. Probablemente le encontré tantas cosas que en anteriores proyecciones, no había percibido. En fin, así suele suceder.
Me encantó la célebre escena de las duchas. En dicha secuencia, ambientada en el campo de concentracíón de Auschwitz, varias mujeres judías son obligadas a entrar desnudas en una gran sala atestada de regaderas, con la evidente angustia que ello representa para ellas, sin saber si de esos tubos saldra gas o agua.
Para evitar tanta controversia, recomiendo verla, es todo.
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