We skipped the light fandango
and turned cartwheels across the floori was feeling kind ok seasick
the crowd called out for more
The room was humming harder
as the ceiling flew away
When we called out for another drink
the waiter brought a tray
and so it was that later
as the miller told his tale
that her face at first just ghostly
Turned a whiter shade of pale
She said there is no reason
and the truth es plain to see
but i wandered through my playing cards
would no let her be
one of sixteen vestal virgins
who were leaving for the coast
at the moment my eyes were open
they might just as well have been closed
and so it was that later
as the miller told his tale
that her face at first just ghostly
turned a whiter shade of pale
Nos saltamos el fandango ligero
y esparcimos monedas por el suelo,
me sentía mareado, como en un barco,
y la multitud pedía más.
El lugar resonaba cada vez más fuerte, en eso,
el techo salió volando.
Cuando pedimos otro trago el mesero trajo una charola
y fue así, en esa ocasión, muy tarde,
mientras el molinero narraba su cuento.
Que su cara, al principio fantasmal se tornó en una sombra más blanca de lo pálida que estaba
ella dijo "no hay razón alguna"
y la verdad es así de clara, pero yo barajeé a través de mis cartas
que no la dejaría ser una de dieciséis vírgenes vestales que dejaban la costa.
En ese momento mis ojos estaban abiertos, pero debieron al mismo tiempo estar cerrados
Y así fue esa ocasión, muy tarde, mientras el molinero narraba su cuento
que su cara, al principio fantasmal se tornó en una sombra más blanca de lo pálida que estaba.
*** The Miller's Tale (El cuento del molinero)
Es un famoso poema de Geoffrey Chaucer. Se dice de las doncellas romanas consagradas a la diosa Vesta. En la Roma Antigua, sacerdotisas consagradas a la diosa Vesta, recibía el nombre de Vestal.
Las vestales debían ser vírgenes, de padre y madre reconocidos, y de gran hermosura. Eran seleccionadas a la edad de seis a diez años. Una de sus mayores responsabilidades era mantener encendido el fuego sagrado de sus templos. Estaban tocadas con un velo en la cabeza y portando una lámpara, naturalmente encendida, entre las manos.
Cuando una candidata a vestal era seleccionada, ella era separada de su familia, conducida al templo donde le eran cortados los cabellos, y donde era suspendida de un árbol, a fin de dejar claro que ya no dependía de su familia. El servicio como vestal duraba treinta años después de los cuales, podían casarse si querían; aunque casi siempre lo que ocurría es que las vestales retiradas decidían permanecer célibes en el templo.
Para mí no deja de ser una bella canción, con una melodía sumamente melancolíca de la que no se puede escapar.
Comentarios