
Director: Sam Mendes
Duración: 122 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Kevin Spacey, Annette Bening, Thora Birch, Wes Bentley, Mena Suvari, Chris Cooper, Peter Gallagher, Allison Janney, Scott Bakula, Sam Robards, Barry Del Sherman, Ara Celi, John Cho, Fort Atkinson, Sue Casey, entre otros.
" Algo huele a podrido en Norteamérica. Tragicomedia americana de finales de siglo, es como una fábula. La fábula de la clase media estadounidense en la que de poco sirve alcanzar el "modo de vivir americano" traducido en un matrimonio, una hija, un trabajo y una casa con un sofá de seda, si todo está enmohecido por unas relaciones condenadas al fracaso y un día a día rutinario hasta la naúsea. Magnífica sátira del, asi llamado, sueño americano, que disecciona una familia aparentemente ideal para crear una espléndida comedia dramática, ácida y cruel de excelente puesta en escena e inolvidables interpretaciones."
Ciertamente, antes de ver esta maravilla, jamás podría haber pensado que algo tan simple, tan nimio como una bolsa podría albergar tantísima belleza.
Una cinta sobre volver a nacer, la posibilidad de una nueva vida. Pocas películas hay en la historia del cine que resuman tan bien la hipocresía del mayor país del mundo, y tuvo que hacerlo, obviamente un europeo. En este caso, un inglés.
Sam Mendes ya puede congratularse por haber realizado semejante obra. Mendes retratpo a la típica familia de catálogo, pero nos hizo ver qué pensaban, qué sentían aquellas familias perfectas de clase media americana que cenaban mientras escuchaban insoportable música de recepción de un dentista.
Todo en esta película es perfectamente imperfecto. Y precisamente ahí radica su novedad y su frescura. No nos retrata a la familia de siempre, nos dibuja una mezcla de todas las familias actuales, donde las relaciones entre sus miembros no son a veces más que meras farsas, pero que luego en la intimidad se tiran los dardos a la cabeza.
Un padre perdedor, pervertido y cansado de vivir; una madre obsesiva y vacía, una hija introvertida y poco sociable. Esta película resume algo que en las vidas de hoy en día es más que en una realidad: la hipocresía. Y una crítica hacia la mediocridad, hacia lo patético de los honrados ciudadanos americanos que tan bien se pintan a sí mismos desde hace años.
Dentro de esta mediocridad, existe siempre una luz de esperanza, una especie de mensaje de oportunidad, de cambio.
El personaje de Lester Burnham ve en Ricky Fitts, hijo de su fascista vecino, una especie de vuelt a los orígenes. Este lacónico joven le permite redescubrir su adolescencia, su vida. Y esta parta de la película supone una ruptura con el "Sueño Americano".
Simboliza un nuevo nacimiento, una nueva vida, ya que, si no tienes nada que perder, ¿qué más te dará mandarlo todo al carajo y empezar desde cero?
Y como si se tratara de una nueva adolesencia, Lester trabaja en un restaurante de comida rápida, consume drogas, y se masturba a escondidas mientras sueña con acostarse con la mejor amiga de su hija, una lolita en toda la extensión de la palabra. Decide centrarse en sí mismo, puesto que, si nada de su entorno es agradable, y no puedes cambiarlo, pasa de todo.
Como ya he dicho anteriormente, una obra maestra de Sam Mendes a la que no se le pueden buscar defectos. Actuaciones brillantes, un guión único, lleno de simbologías, una banda sonora recordada por todos, y unas cuantas escenas que ya son parte de la iconografía del cine moderno, amén de un final que resume en sí, todo lo que la cinta ha venido contándonos: el sueño americano ha muerto.
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