
Director: Mel Gibson
Duración: 177 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Mel Gibson, James Robinson, Sean Lawlor, Sandy Nelson, James Cosmo, Sean McGinley, Alan Tall, Andrew Weir, Gerda Stevenson, Ralph Riach, Mhairi Calvey, Brian Cox, Patrick McGoohan, Peter Hanly, Sophie Marceu, entre otros.
" En el siglo XIV los ingleses dominan Escocia cobrando grandes impuestos e imponiendo leyes injustas que oprimen a sus súbditos. Uno de éstos es William Wallace, un joven que regresa a sus tierras tras muchos años, después de haber vivido lejos, con su tío, tras la muerte de toda su familia a mano de los ingleses."
La película que se propone dirigir y protagonizar Mel Gibson se basa en la historia real de un noble escocés, Sir William Wallace, que dirigió a su país contra la ocupación inglesa y contra el Rey Eduardo I de Inglaterra en las guerras por la independencia de Escocia.
Fue un hombre de convicciones y principios que se valoran hasta el día de hoy, en contraste con su compatriota, el aspirante al trono, Robert the Bruce, otro hombre de extracción noble.
En todo momento Gibson siente que no está actuando (es un decir), que él es William Wallace, que se ha enamorado perdidamente y que las leyes y la ocupación francesa son un auténtico obstáculo.
La historia permanece siempre fiel, los momentos de humor son adecuados, destacando pequeñas dosis de humor negro, y la acción está asegurada.
El desarrollo de la cinta continúa a ritmo trepidante, como un buen libro del cuál no puedes parar de leer, o una degustación que siempre te pide un poco más, unido a una espléndida fotografía, una puesta en escena maravillosa, destacando las batallas, y unas interpretaciones que rebosan fuerza, ternura y valor. Consiguen un drama épico digno de comparación con grandes superproducciones antecesoras.
La banda sonora, al ritmo de las gaitas más puramente escocesas, da a la obra el toque necesario para mantener al espectador, a pesar de las explícitas escenas de combate y de violencia, en plena armonía.
Por encima de sus nominaciones, de sus cinco oscar, y de su éxito tanto en taquilla como en crítica, estamos ante una obra de veteranía, que conjuga una serie de valores tan importantes como la libertad, que supone un reencuentro con el cine épico, de la mano de un Mel Gibson que, a pesar de sus controvertidas acciones y su polémica cinematográfica, se muestra inconmensurable haciéndonos ver, como pocas veces se puede decir, que Hollywood no es sólo la fábrica de los sueños, gran número de veces rotos, sino el almacén del bello arte cinematográfico.
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