
Director: David Fincher
Duración: 166 minutos
País: Estados Unidos
Reparto: Cate Blanchett, Julia Ormond, Faune A. Chambers, Elias Koteas, Donna DuPlantier, Jacob Tolano, Earl Maddox, Ed Metzger, Jason Flemyng, Danny Vinson, David Jensen, Joeanna Sayler, Taraji P. Henson, Mahershalalhashbaz Ali, Brad Pitt, entre otros.
" Historia de un hombre que nace con la edad de ochenta años y mientras el tiempo va transcurriendo, el va convirtíendose en una persona cada vez más joven, con extrañas consecuencias."
¿Qué hace que una película sea buena o mala? Es una pregunta que me han hecho hasta el cansancio. Yo considero que cada espectador puede tener su propia percepción del denominado Séptimo Arte. Esto es: o puede considerarlo una forma de expresión, o simplemente entretenimiento. Aunque muchos consideren que estos dos aspectos estén peleados, yo creo que debe haber un poco de ambos ingredientes en una cinta.
Pero bueno, cualquiera puede disfrutar con el llamado cine "comercial" o inclinarse por el de autor. Ese en el que hay silencios, el de las miradas al infinito.
Sin embargo, muy independiente de cómo afronte cada persona el contemplar una película, hay cosas que son comunes en el ser humano.
Muchos coincideremos en la grandeza de películas como 'The Godfather', ese cine de verdad que sabe reinventarse, que toma algo de nuestra vida cotidiana, lo convierte en un ejercicio de imaginación dejando un pequeño porcentaje de realidad; de forma que podamos meternos en la historia, seguirla poco a poco e interesarnos por cada personaje.
Después de ver infinidad de películas proyectadas en una sala de cine, he de decir que esta "comunión" entre lo que se exhibe en las pantallas y el espectador (en este caso yo) no se ha dado en demasiadas oportunidades. De hecho, han sido muy pocas.
Que las luces se apaguen, que mis ojos traspasen la pantalla, considerarme uno más dentro de la historia, sentirla, disfrutarla, emocionarme con cada gesto, cada mirada. Sensaciones que he tenido la suerte de experimentar con esta creación, la nueva película de Fincher, una auténtica obra maestra que coloca de nuevo a este director a la altura de los grandes.
Fincher toma una historia fantástica y la traslada a un marco real, le da vida, apoyado por un reparto entregado a la causa; consiguiendo crear el milagro de que todo funcione como el mecanismo de un reloj (justo como del que se habla en la cinta) sin momentos torpes, sin escenas que sobren, estando todo calculado al máximo para lograr esa ya mencionada comunión.
La brillante dirección de Fincher es sólo una de las muchas cosas que elevan a este filme a la categoría que merece, a las que habría que sumarle el diseño artístico, su impecable banda sonora, momentos de asombrosa imaginería visual y un relato que trasciende su propio punto de partida. No es sólo la fábula de un ser humano que nace viejo, ni un romance, ni un drama. Es mucho más que eso.
Es una historia sobre la vida, sobre las causas de algunos eventos que nos marcan como humanos que algunos pueden nombrarles: azar, suerte, fortuna o simplemente destino. Además toca temas concernientes a la superación personal, a la búsqueda de uno mismo y en definitiva, sobre cómo afrontar nuestra existencia.
Todo esto se nos presenta de una forma franca, natural y pulcra. En la pantalla no vemos actores en la postura de personajes, vemos personas. Y por muy increíble que resulte lo que se nos narra, es todo tan veraz como la vida misma, consiguiendo emocionar o divertir según la situación, algo muy meritorio considerando que es una historia tristísima.
Esta película para mi es la sucesora directa de 'Big Fish', aquella cinta de Tim Burton. Comparten el hecho de que son historias envueltas en fábula que transmiten algo en cada una de sus secuencias.
Es cine con mayúsculas, es uno de esos pequeños milagros que hacen que hablemos de ésto como arte, como el Séptimo Arte, y no simple entreteniento banal.
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