
Director: Akira Kurosawa
Duración: 88 minutos
País: Japón
Reparto: Toshirô Mifune, Machiko Kyô, Masayuki Mori, Takashi Shimura, Minoru Chiaki, Kichijiro Ueda, Fumiko Honma, Daisuke Katô, entre otros.
" Japón, siglo XII. Bajo las puertas del derruído templo de Rashômon, en la antigua Kioto, se guarecen de la torrencial lluvia un leñador, un sacerdote budista y un peregrino. Los tres discuten sobre el juicio a un bandido, acusado de haber dado muerte a un señor feudal y de violar a su esposa. Los incidentes son narrados desde el punto de vista del ladrón, la mujer, el asesinado -con la ayuda de una médium- y del leñador, único testigo de los hechos."
Kurosawa, por si faltara más, filosófico. "Un mal peor que las pestes y la guerra", dice el sacerdote desesperanzado.
Un error pequeño puede tener consecuencias devastadoras en la vida del hombre, pues vivimos de acuerdo con lo que creemos verdadero y bueno. Pero descubrir la verdad puede ser muy difícil, tanto que nos lleva a caer en el relativismo, escepticismo y nos hace perder la fe en "la humanidad".
Y uno de los mayores obstáculos para descubrir la verdad somos nosotros mismos, porque nuestras creencias, egoísmos y prejuicios alteran la percepción que tenemos de las cosas, cómo las vivimos y recordamos. La verdad queda enmarañada detrás de relatos confusos y contradictorios que dicen más de la persona que los cuenta que del cuento mismo.
Kurosawa pinta genialmente que el camino hacia la verdad puede ser tan enredado como el bosque en el que ocurren los hechos. Me agota ver la caminata de los personajes por una jungla intransitable. Pero mucho más frustrante y agotador es tratar de develar el misterio del asesinato.
Además del planteo brillante de uno de los mayores problemas filosóficos (léase ¿qué es la verdad? y si realmente podemos conocerla, nada más) Kurosawa se muestra como un realista que conoce muy bien las dimensiones del alma humana; por eso nos muestra el cuarto relato para que conozcamos cual de los personajes es el más infame, ya que todos distorsionan la verdad para pintarse a ellos mismos como los "buenos" o "mejores" de la historia.
En fin, una película descomunal, inagotable. Sobrepasa cualquier cosa que pueda decirse sobre ella.
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